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((**Es9.633**) El segundo medio es la fuga del ocio. Vult et non vult piger. Desideria occidunt pigrum (El perezoso quiere y no quiere. Los deseos matan al perezoso) (Prov XIII, 4 -XXI, 25). In desideriis est omnis otiosus (Todo ocioso vive de deseos) (San Jerónimo ad Rusticum). Omnem malitiam docuit otiositas (La ociosidad enseña todos los males). Y san Jerónimo ad Rusticum, añade: Facito aliquid operis ut te diabolus semper occupatum inveniat. Nunquam de manu et oculis recedat liber (Haz algún trabajo para que el diablo te encuentre siempre ocupado. No caiga nunca el libro de tu mano y de tus ojos). Si estamos ocupados, el demonio no podrá vencernos jamás. Espera siempre a asaltarnos cuando estamos ociosos. Hay que levantarse por la mañana enseguida, cuando nos llaman. No ir a descansar en tiempo indebido. Durante el día, al acabar los propios deberes, ponerse a leer algún libro que trate de cosas espirituales. Habría que leer también la Historia Eclesiástica, pero sólo los trozos que el tiempo nos permite. Tenemos las obras de Calmet, Bercastel, Rohrbacher. La traducción de la Biblia de Martini, con el texto y notas que es uno de los más bellos estudios sobre la Biblia. Divinas scripturas saepius lege, immo nunquam de manibus tuis sacra lectio deponatur (Lee a menudo las Sagradas Escrituras, y nunca apartes de tu mano la lectura sagrada (San Jerónimo a Nepociano). Cuando la mente cansada no resiste una ocupación determinada y necesita descanso, es preferible no hacer nada: pasead, jugad, saltad, entregaos a cualquier trabajo material. Así aconsejaba san Felipe Neri. No estéis nunca un minuto ociosos. En fin, no hay que dar descanso al cuerpo y concederle sólo lo indispensable para su conservación. El tercer medio positivo para conservar la virtud de la pureza es la frecuencia de los sacramentos. El Concilio de Trento expresó su vivo deseo de que se recibiese la comunión siempre que se asiste a la santa misa. Es alimento que da fuerza, alimento de vida. Qui manducat hunc panem, vivet in aeternum (Quien come de este pan, vivirá eternamente) (Juan VI, 59). En cuanto a la confesión, el que tiene la conciencia tranquila puede esperar ocho días y hasta quince; pero el que fuere tentado puede confesarse aún con más frecuencia durante la semana. Así daría un golpe con seguridad de éxito contra el tentador y con gran ventaja para su alma. Confiésese de las faltas escabrosas y aun dudosas; de las faltas pequeñas y de las ((**It9.710**)) circunstancias para tener un consejo seguro. Necesitamos un guía. Nec ipse te doceas, et absque doctore ingrediaris viam quam numquam ingresus es (No te fíes de ti mismo y te metas, sin maestro, por un camino que nunca debías haber tomado) (ad Rusticum). El que no pueda comulgar sacramentalmente cada día, no deje nunca de hacer la comunión espiritual y recomiéndela a los demás. Hágase todos los días la visita a Jesús Sacramentado, en común por cuanto se pueda y a la hora establecida: y el que no pudiera ir a la iglesia con los hermanos, hágala a otra hora, pero no la deje nunca. Al hacer la visita, recítese alguna jaculatoria, por ejemplo: Sea alabado y reverenciado en todo momento, el santísimo y divinísimo Sacramento. El cuarto medio es huir de las ocasiones y tentaciones. Si vis magnus esse, a minimo incipe. Principiis obsta (Si quieres ser grande, empieza por lo más pequeño. Oponte al principio) (San Agustín). Hay que ponerse enseguida en guardia, al ser tentados; ponerse a hacer cualquier cosa, mudar de posición, pasear, distraerse con cualquier fantasía o recuerdo agradable, cambiar de ocupación o cosas semejantes. Al empezar la tentación, es fácil vencerla, pero si se espera a combatirla, ello es difícil, (**Es9.633**))
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