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((**Es9.539**) algún pobre sacerdote secular dado al vicio de la bebida. Sale de casa, va a las tabernas, se emborracha y cae en un estado triste y deplorable. Y >>cómo guardar la castidad en tales condiciones? íAh! Si no se pierde, es un verdadero milagro. Dapes (manjares). Templanza en el comer. Para nosotros, en casa no hay peligro porque tenemos sólo lo necesario, pero obsérvese el ayuno del viernes por cuanto se pueda. Ahora habrá crisis, porque es cierto que la Sociedad está aprobada, pero todavía no basta: hay que reorganizarla, establecerla; hay que examinar quiénes son los que no sirven para la Sociedad y despedirlos; hay otros indecisos, que deben determinarse; cada uno debe tomar sus decisiones, porque el Superior está obligado en conciencia a obrar así. Habrá diversos religiosos y párrocos rurales que pedirán entrar en la Congregación: hay que ir muy despacio en aceptarlos, porque querrían venir aquí a mandar, aun con buen espíritu; pero nos estorbarían o difícilmente se podrían acomodar a nuestro estilo de vida. Estemos atentos a no cambiar las tradiciones, porque, de lo contrario, sera muy difícil volver al antiguo fervor. Os contaré un hecho. Había un padre rector en un convento que quería poner remedio a los desórdenes que en él se daban; quería reformarlo. ((**It9.600**)) Veía salir libremente a los frailes, con la falsa excusa de no poder vivir sin darse mañana y tarde un paseito para distraerse un poco. El había pensado reducir la comida a dos platos diciendo que así los religiosos podrían hacer la digestión más fácilmente. Lo pensó y lo hizo; pero los religiosos se lamentaron de ello al Padre Provincial diciendo que su superior los mataba de hambre. El Rector dijo al Provincial, en defensa propia, que las rentas del convento no podían aguantar tanto gasto para comer. El Provincial le respondió: -Mirad; vuestros religiosos aguantarán las disciplinas, las penitencias más rígidas, pero si les tocáis el vientre, no podréis reducirlos a la obediencia y se os largarán. -No puedo hacer de otro modo, replicó el Rector. Escribiré al Padre General. -No, porque entonces vuestro convento será destruido por los Superiores. Así quedaron las cosas y es una verdad que en aquel convento se habría economizado y no hubiera sido suprimido por la autoridad civil; mas, por haber sido tocado en el vientre, se disolvió por sí mismo. Se dispersaron los frailes antes de que llegase la orden de abandonarlo. >>Habéis entendido? En otra ocasión determinaremos el personal del Capítulo. Están para terminar los que lo formaban. Trataremos de cómo se hará la elección y quiénes serán los electores. Después se hará la votación. Tal vez los votantes serán solamente los profesos perpetuos. Hay que pensar, además, en un local y en un oratorio privado para reunirnos. Cuidémonos de ser realmente dignos fundadores de la Sociedad de San Francisco de Sales, a fin de que los que leyeren nuestra historia puedan encontrar en nosotros otros tantos modelos y no tengan en cambio que exclamar: -íQué tipo de fundadores eran aquéllos! Ayudadme con vuestra buena voluntad y obediencia en esta gran empresa. Toca a vosotros hacerme fácil la tarea. Es muy bonito decir: íponeos al frente de una Congregación! Hay que someterse a la prueba. La diversidad de sentimientos y de ideas y el trabajo de aunar a muchos (**Es9.539**))
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