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((**Es9.200**) la madre la misma jaculatoria. En aquel momento cedió la violencia del cólera ((**It9.202**)), el enfermo comenzó a sudar copiosamente, y en pocas horas quedó fuera de todo peligro y casi totalmente curado. La noticia de este hecho se difundió, y unos tras otros se encomendaron con fe a Dios Omnipotente y al poder de María Auxiliadora, con la promesa de hacer algún donativo para continuar la construcción de su iglesia. No se conoce que ninguno haya acudido de esta manera a María sin haber sido escuchado. Verificándose así el dicho de san Bernardo, que no se ha oído en el mundo que nadie haya acudido en vano con fe a María. Mientras escribo (mayo de 1868), recibo un donativo con la relación de una persona de mucha autoridad, que me anuncia cómo un pueblo entero fue librado de un modo extraordinario del estrago del cólera debido a la medalla, al recurso y a la oración hecha a María Auxiliadora. De este modo abundaron donativos de todas partes; donativos, de escasa monta, es verdad, pero que juntos fueron bastante para sufragar la obra>>. Turín se asombraba al ver acabado el sagrado edificio, especialmente los que habían recordado, con un poco de ironía, las palabras del Evangelio: ->>Quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos y ver si tiene para acabarla? No sea que habiendo puesto los cimientos, y no pudiendo terminar, todos los que lo vean empiecen a burlarse de él diciendo: <<-Este comenzó a edificar y no pudo terminar>> (Luc. XIV). Y don Bosco había empezado, no sólo sin echar cuentas, sino sin tener medios; y era natural que más de uno lo acusase de imprudente. Un sacerdote le había dicho, mientras se abrían los cimientos de la iglesia, que estaba dispuesto a comerse un perro vivo, si llegaba a verla llegar al tejado. Pues bien, por aquellos días se acercó a visitar al Siervo de Dios y a llevarle un donativo, pidiéndole, sonriente, que lo dispensase de la promesa que había hecho. El teólogo Santiago Margotti, sentado a la mesa del Oratorio con otros invitados, pronunció este brindis a don Bosco: ((**It9.203**)) -Dicen que don Bosco posee ciencia y me tiene sin cuidado, más aún, se la echo en cara. Afirman que don Bosco es un santo y yo me río de ello. Dicen que don Bosco hace milagros, y yo no lo discuto. Pero hay un milagro que desafío a todos a negarlo: y es esta iglesia de María Auxiliadora, construida en tres años y sin medios: íuna iglesia que cuesta un millón! Pero este milagro y muchos otros que forman el complejo de las instituciones de don Bosco y las gracias que le concedió la Virgen, (**Es9.200**))
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