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((**Es8.881**) APENDICE N.° 3 ( Véase pág. 99) PARA LA BENDICION DE LA PRIMERA PIEDRA DE LA IGLESIA QUE HA DE LEVANTARSE JUNTO AL ORATORIO DE SAN FRANCISCO DE SALES EN VALDOCCO DISCURSO (del canónigo Lorenzo Gastaldi). Mis queridos hermanos, hemos sido creados para el cielo; allí está nuestra patria, allí hemos de vivir por toda la eternidad y gozar la bienaventuranza que constituye el más ardiente deseo de nuestro corazón. >>Qué deberá ser entonces la vida presente? Nada más que una preparación para el cielo. íAy de nosotros, si consideramos nuestra vida terrena ((**It8.1041**)) bajo otro aspecto que no sea una preparación para la etermidad del Paraíso! Seríamos como un peregrino que ignora la única ruta que debe conducirle a su destino. Pero nuestra vida presente ha de estar totalmente consagrada a la gloria del Sumo Dios, que es nuestro principio y nuestro fin, es decir, que nuestra vida debe ser constantemente santificada con la religión. Pero >>dónde se aprende y se practica principalmente la religión? Sin duda en los edificios destinados exclusivamente a honrar a nuestro Creador, en los cuales habita por lo mismo su divino Hijo, y que con todo derecho son llamados casa de Dios, y presentan una imagen viva de la Jerusalén celestial. íOh! Cuán deseable sería que surgiera entre nosotros un gran número de estos sagrados edificios y que hubiera también un gran número de sacerdotes quienes con la palabra de vida y con la virtud de los sacramentos los convirtieran en fuentes inagotables de gracia divina. Este es el deseo que vive en vuestros corazones, hermanos míos, y que os hace acudir a este lugar para asistir a la colocación de los fundamentos de la iglesia que aquí se edificará en honor de María Santísima bajo el título de Auxilium Christianorum. Dejad, pues, que os razone la necesidad de levantar este sagrado edificio y de levantar las iglesias en esta ciudad y que os exponga la conveniencia del lugar donde se construye y las acariciadas esperanzas que justamente se fundamentan sobre el título consolador de María Auxilium Christianorum, con el que esta iglesia será honrada. Agradezco vuestra devota y cortés atención, y empiezo. Ya os lo dije, que necesitamos recorrer el estadio de nuestros días próximos a la casa de Dios: porque la religión, además de ser nuestro primer deber, es también la primera necesidad de nuestra existencia, de tal manera que vivimos en esta tierra con el único fin de llegar al cielo y no hay más camino para llegar que la religión. Por tanto, la religión (y al decir esto entiendo decir la Santa Religión Católica, fuera de la cual solamente hay creencias erróneas y supersticiones, que no religión), la religión, repito, debe informar toda nuestra vida, y de ella deben arrancar todos nuestros pensamientos, nuestros afectos y nuestras obras. Si en el universo todo está regulado, y no hay cosa por pequeña que sea que no suceda sin el impulso de una ley o una fuerza >>cuánto más el hombre que es como el rey del universo y encierra (**Es8.881**))
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