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((**Es8.349**)((**It8.406**)) CAPITULO XXXIV DOS BOSCO PIDE FAVOR PARA SUS CLERIGOS AL VICARIO CAPITULAR Y AL CANONIGO RECTOR DEL SEMINARIO DE TURIN - VA A MIRABELLO - UN ALUMNO GRAVEMENTE ENFERMO - UNA DESAPARICION INEXPLICABLE DE DON BOSCO - LA LEY DE LA SUPRESION DE LAS ORDENES RELIGIOSAS Y LA CONFISCACION DE LOS BIENES ECLESIASTICOS ES APROBADA POR EL PARLAMENTO - DON BOSCO OFRECE HOSPITALIDAD EN SUS CASAS A LOS RELIGIOSOS DISPERSOS Y NECESITADOS POR causa de la guerra se anticiparon los exámenes y se cerraron las universidades y todas las escuelas públicas. Sin embargo, don Bosco hizo que en el Oratorio se celebraran los exámenes en el tiempo establecido y se industrió para tener a su lado durante las vacaciones el mayor número de alumnos que le fuera posible, y hasta aceptó alguno nuevo, recomendado por el Gobierno Civil de Turín. Pese a sus dificultades económicas, la mermada actividad de ciertos trabajos, la llamada a filas de algunos jefes de taller, todos los aprendices tuvieron pan y quehacer, dado que la construcción de la iglesia pedía el trabajo de los cerrajeros y carpinteros. Pero el Siervo de Dios debía atender, además, a los clérigos los cuales requerían gastos mayores. Además de los inscritos en la Pía Sociedad, mantenía gratuitamente a otros en el Oratorio, desde hacía varios años; éstos pertenecían a familias pobres y hacían sus estudios para agregarse, una vez ordenados sacerdotes, al clero de sus diócesis; y aún esperaba don Bosco a otros seminaristas, que al acabar el curso, como no tenían ((**It8.407**)) padres para mantenerlos, eran recomendados a su caridad durante el tiempo de las vacaciones. Para todos pedía alguna ayuda al Vicario Capitular: Ilustrísimo y Reverendísimo Monseñor: La mengua de vocaciones eclesiásticas y la necesidad de buenos sacerdotes son dos cosas tan sentidas, que no es menester mencionarlas. Por tanto, usted debe interesar a todos, y especialmente a los miembros del Clero, a trabajar con esmero para obviar esta necesidad. Yo también, en mi pobreza, y animado por el deseo de hacer lo que puedo, he escogido a algunos muchachos que, por su ingenio y bondad de costumbres, daban buenas esperanzas de éxito y los he puesto a estudiar latín. El deseo (**Es8.349**))
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