Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es7.343**) Excelencia: Ruego respetuosamente a V.E. lea bondadosamente este escrito dirigido para suplicar un favor en beneficio de la juventud estudiantil pobre. Con el vivo deseo de promover la enseñanza secundaria entre los muchachos pobres o menos dotados, inicié una especie de seminario menor o bachillerato en pro de los jóvenes internados en la casa denominada Oratorio de San Francisco de Sales. De este modo se añadían las letras a las artes mecánicas como un nuevo medio, con el que estos muchachos pudieran ganarse el pan de la vida. El Ministerio de Instrucción Pública vio siempre con buenos ojos estas escuelas: les dirigió muchas veces expresiones laudatorias; las socorrió con subsidios pecuniarios y con una carta, fechada el 29 de abril, 1857, n.° 1585, me comunicaba que ese Ministerio deseaba que estas nuestras escuelas adquiriesen el mayor desarrollo, dispuesto a cooperar con los medios a su alcance. El año pasado (1862), siempre por consejo del Ministerio, se pidió la aprobación legal, y el regio Delegado Provincial de enseñanza, atendiendo benignamente la petición, aprobaba por decreto del 21 de diciembre pasado, estas escuelas con los actuales maestros. Estos maestros prestan gratuitamente su trabajo, desde hace más de 7 años, en beneficio de nuestros asilados, que consiguieron progresar en los estudios de un modo verdaderamente halagüeño, de forma que muchos se ganan al presente un honesto sustento, como maestros de escuela, tipógrafos, militares graduados, sacerdotes, y algunos también como empleados públicos. Mas, al mismo tiempo que se dedican a la enseñanza, asisten desde hace cinco años a las clases universitarias en calidad de oyentes, como lo manifiesta el certificado adjunto. Y, dado que la aprobación del Delegado es sólo provisional por falta de maestros titulados, sería de absoluta necesidad que estos maestros rindiesen un examen oficial, para el cual se juzgan preparados, en opinión de sus respectivos profesores. Para este fin yo suplicaba obtener la conveniente facultad. Pero por carta, fechada el 2 del corriente marzo, se me respondía que dichos maestros no pueden ser admitidos a los exámenes solicitados, porque asistieron a los cursos universitarios de literatura griega, latina e italiana como simples oyentes, sin la obligatoria matrícula. No se realizaron semejantes matrículas por el único motivo de que estos maestros son pobres y ((**It7.400**)) trabajan y viven en una casa que se sostiene de la beneficencia, por lo que no podían pagar las tasas establecidas por la ley del 13 de noviembre de 1859. Teniendo esto en cuenta, suplico a V.E. considere benignamente: 1.° El apoyo moral, y también material, que el Ministerio de Instrucción Pública prestó siempre a estas escuelas. 2.° La aptitud reconocida por el Delegado Provincial de enseñanza en los maestros de las respectivas clases de bachillerato 3.° Las declaraciones de los respectivos profesores de la Universidad, que atestiguan la asistencia y el aprovechamiento reportado por los mismos. 4.° El servicio caritativo que desde hace más de siete años prestan en favor de los jóvenes pobres de esta Casa. Ante estas reflexiones y más aún con la gran propensión que V.E. tiene a favorecer a personas y organizaciones que se cuidan de promover la instrucción pública, pediría humildemente que la asistencia de dichos jóvenes a la regia Universidad fuese convalidada, aunque no se hayan hecho las necesarias matrículas y que, por tanto, puedan se admitidos a los exámenes de Letras. Si por otras razones creyese V.E. que es demasiado grande el implorado favor, (**Es7.343**))
<Anterior: 7. 342><Siguiente: 7. 344>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com