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((**Es6.396**) seminaristas y en seguida nos hicimos amigos. Fuimos después a cenar. A continuación les dirigí una platiquita y por fin fui a dormir, como lo vais a hacer también vosotros esta noche. Buenas noches. Hasta aquí don Bosco. ((**It6.527**)) Añadiremos nosotros lo que don Bosco no dijo a los muchachos. También había estado en Chiuduno, cuyo párroco José Calvi había provocado contra sí, por su celo, las iras de los malos. Al volver a casa de monseñor Speranza, diole cuenta del resultado de la misión que le había confiado y de las oposiciones que podría encontrar don Fernando Bagini. Su encarcelamiento era debido especialmente a las reiteradas acusaciones de cierto sacerdote depravado, a quien el obispo mandó, una vez descubierta la trama, so pena de suspensión, salir en el plazo de pocas horas del término parroquial de Terno. También habló don Bosco con el Obispo de su visita a los seminaristas y él mismo le propuso volver al año siguiente para predicar los ejercicios en el seminario de Bérgamo. Su ofrecimiento fue aceptado con satisfacción, que celebraron los seminaristas. Don Bosco les había dirigido en Bottanuco palabras tan dulces y consoladoras que todos quedaron entusiasmados y advirtieron la santidad y sabiduría con que había enriquecido el Señor a su siervo. Expuso don Bosco a Monseñor el proyecto de preparar maestros y profesores para su diócesis, enviando sacerdotes y seminaristas a examinarse para obtener el mayor número posible de títulos académicos. El obispo, que era de parecer contrario e intransigente en todo lo que concernía a su jurisdicción, contestó que su conciencia no le permitía doblegarse de manera alguna ante los perseguidores de la Iglesia. Sin embargo, no dejaba de reconocer las ventajas de aquel proyecto. Quedó pensativo y durante la comida volvió a entablar conversación con don Bosco sobre el asunto y le expuso que no creía lícito someter a sus sacerdotes a la inspección secular para ser profesores y maestros, que pertenecía a los obispos dirigir la instrucción del pueblo y no podían ellos renunciar a sus derechos. ((**It6.528**)) Don Bosco replicó: -Diré pocas palabras para no entrar en polémicas. O los pastores de la Iglesia se lanzan a primera línea y vuelven a tener en sus manos, por este medio, la instrucción de la juventud, tomando la delantera a los seglares y consiguiendo que las cosas marchen por buen camino, o se retiran y quedan inactivos, y entonces, dentro de diez años habrá triunfado la impiedad en las escuelas. Creía el obispo, como otros muchos, que aquella revolución era (**Es6.396**))
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