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((**Es5.171**) a aquellos desventurados jóvenes, predicándoles los ejercicios espirituales, pero siempre que éstos no alteren el horario normal del trabajo: ímolesta, pero insoslayable disposición! Mas, >>cuáles serían los sentimientos de don Bosco cuando, terminada la excursión a Stupinigi, oyó tantas voces conmovidas que le daban gracias y vio cerrarse las puertas de la prisión tras las espaldas de sus desgraciados amigos? Ciertamente, su satisfacción quedaría amargada por una gran tristeza. No se podía decir que todos aquellos jóvenes fueran delincuentes. En La Generala había chicos, cuyos padres sin entrañas habían acusado de insubordinación las ligerezas de su edad y la vehemencia de carácter para desembarazarse de ellos como de un estorbo. Otros habían sido encarcelados por el primer robo insignificante de unos pocos dineros, fruta o pan en el mercado, acosados por el hambre. Más de uno de aquellos pobretes, al entrar en la cárcel, no sabía todavía qué era el vicio; pero, entre los muchos compañeros avezados al mal obrar, y bajo un reglamento que sólo reconocía la fuerza como sistema de educación, corrían el riesgo de pervertirse casi sin remedio. Por eso hacía años que don Bosco, cuando un jovencito no había sido condenado por sentencia del tribunal, solía efectuar las diligencias necesarias para devolverle la ((**It5.228**)) libertad, y si no había nadie que se preocupara de él, lo recibía como interno en su Oratorio o bien procuraba colocarlo en una buena casa. Pero no le olvidaba, sino que iba a visitarlo para animarle a ser bueno, y le recomendaba que fuera al Oratorio o a la parroquia los días de fiesta. Pero ni aún así quedaba satisfecha la caridad de don Bosco; prestaba también su ayuda a una Sociedad fundada en Turín, con aprobación regia, que se dedicaba a proteger a los jóvenes que salían libres de la cárcel. Por los documentos, que a continuación incluimos, puede colegirse la importancia y el fin de dicha sociedad. Don Bosco recibió la carta siguiente: Turín, 8 de agosto de 1855 Muy apreciado y reverendo Señor: La Comisión de Colocación, en su sesión del 23 de julio último, ha nombrado al sacerdote don Juan Bosco socio activo como protector del joven Luis Pesciallo de Vacarezza, de 16 años, que saldrá del correccional el 15 del mes en curso. El muchacho trabaja de sastre en la casa, y desea continuar en el mismo oficio. El que suscribe, al comunicar al antedicho don Juan Bosco su nombramiento, le suplica se cuide del joven que saldrá en libertad de acuerdo con las instrucciones anejas a la presente 1. 1 Real Sociedad para la protección de los jóvenes salidos del Correccional. -Objeto- Instrucciones para los protectores de los jóvenes liberados admitidos en el Patronato. (**Es5.171**))
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