Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es3.243**) verdadera Madre de Dios; y el año 1136, la iglesia de Lyon comenzaba a celebrar la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, lo que demuestra que ya en los siglos pasados existía esta creencia en los pueblos. En el 491, el Papa Gelasio celebraba en Roma un Concilio con muchos obispos y decretaba cuáles eran los libros auténticos del Antiguo y del Nuevo Testamento, y cuáles eran los apócrifos; prescribía el libro llamado Sacramental, que contiene casi todas las misas del Misal Romano y la fórmula para impartir las bendiciones; instituyó la procesión de las candelas en la fiesta de la Purificación de María Santísima y estableció las ordenaciones de los eclesiásticos en las cuatro témporas. San Gregorio Magno, elegido Papa el 590, en cuyas manos se cambió en carne una hostia consagrada, compuso el antifonario y el breviario que la Iglesia emplea en nuestros días e instituía las letanías de los santos, la procesión en la fiesta de San Marcos y la imposición de la ceniza en el primer día de Cuaresma. En estos libros y en estas plegarias aparece evidente la creencia de la presencia real de Jesucristo en la sagrada Eucaristía, la práctica de invocar a la Santísima Virgen y a los Santos, la existencia del purgatorio y la confesión sacramental y los otros sacramentos. En fin, para abreviar, en el 553 el Papa Virgilio y el Concilio ((**It3.309**)) Constantinopolitano II presentaba una prueba luminosa del poder de la Iglesia para condenar los escritos malos, juzgar sobre dichos libros y exigir a los fieles que se sometan a su juicio. Ante estos argumentos aducidos por don Bosco >>cómo podrían negar los protestantes, sin manifiesta mala fe, que la Iglesia Católica no practica ni cree lo que creía y practicaba en los primeros siglos? De los protestantes pasaba don Bosco a los judíos. Describía, verificada por Tito y por Juliano el Apóstata, la profecía de Jesucristo sobre la destrucción de Jerusalén y afirmaba con el testimonio de los libros inspirados que todo el pueblo de Israel se hará cristiano en los últimos tiempos. Describía la atroz persecución arábiga en España contra los cristianos, para obligarlos a abrazar el judaísmo o hacerse mahometanos. Demostraba lo mucho que un judío odia a un cristiano con el horrible martirio de tres días que hicieron sufrir al santo muchacho Vicente Verner de TrŠves en Francia, el año 1287; y con la muerte igualmente dolorosa del padre Tomás de Cerdeña en Damasco, durante los últimos años de Gregorio XVI. <>. En tercer lugar, refiriéndose a las causas de la aberración de muchos cristianos y de los hechos dolorosos que últimamente contristaban (**Es3.243**))
<Anterior: 3. 242><Siguiente: 3. 244>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com