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((**Es2.184**)((**It2.233**)) CAPITULO XXV DON BOSCO ES DESTINADO AL REFUGIO -LA MARQUESA DE BAROLO -DON BOSCO OBTIENE DE LA MARQUESA PODER CONTINUAR SU ORATORIO FESTIVO EN EL REFUGIO -EL TEOLOGO JUAN BAUTISTA BOREL PASADAS las vacaciones, don Bosco volvió a la Residencia, junto a su incomparable maestro y amigo. Nada le dijo éste y nada creyó él conveniente preguntarle. Después de algunos días, don Cafasso le tomó aparte, y le preguntó bondadosamente: -Por qué no me pregunta su destino? Don Bosco respondió: -Porque quiero reconocer la voluntad de Dios en su determinación, y tengo miedo a poner nada mío: mándeme adonde quiera, que allá voy enseguida. -Pues bien; prepare su maleta y vaya al Refugio 1. Allí hará usted de Director del Pequeño Hospital de Santa Filomena y trabajará con el teólogo Borel en favor de las jovencitas del Instituto de la Marquesa Barolo; tampoco dejará Dios, aun en la obra del Refugio, de darle a conocer después, lo que usted deberá hacer por los muchachos. A primera vista parecía que esta determinación estaba totalmente en contra de la inclinación de Don Bosco y el bien de nuestro Oratorio, ya que la dirección de un hospital, confesar y predicar ((**It2.234**)) en un centro de educación con más de cuatrocientas alumnas, como el Refugio, parecía que le iba a impedir atender a los jóvenes; pero no fue así, como veremos más adelante. Antes de continuar nuestra historia, es conveniente decir quién 1 El Refugio era un asilo múltiple para muchachas <>, fundado por la marquesa Barolo. Incluía varios institutos, según el tipo de <> de las muchachas. (N. de. T.) (**Es2.184**))
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