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((**Es17.76**) manos del conde Colle los ((**It17.78**)) ciento cincuenta mil francos prometidos, parte de los cuales llevó Buzzetti a don Bosco, justamente sesenta y siete mil, cantidad que se gastó en un abrir y cerrar de ojos. Las mejores esperanzas descansaban entonces en la rifa. Los ricos y numerosos premios estaban expuestos en la casa parroquial. Buzzetti compiló el catálogo de los mismos y lo presentó a la Administración Provincial. Una ley de 1883 sobre rifas y loterías las autorizaba únicamente a los entes legalmente constituidos y aprobados, y también a alguna obra no aprobada, a la que un ente aprobado prestase su nombre. En nuestro caso sólo dos cuerpos morales podían conceder útilmente su firma, el Ayuntamiento y el Patronato de Beneficencia, puesto que el hospicio a erigir pertenecía a éste. Se pidió a la Junta Municipal que prestara su apoyo. El rey Humberto, rogado por persona amiga de los Salesianos y sin que éstos se enterasen, envió a la Junta una calurosa recomendación, para que tuviese a bien aceptar favorablemente la petición. Verdad es que en el Ayuntamiento todos eran más o menos católicos; pero unos, por miedo a ser tildados de clericales y otros, por sistemática oposición al Rey, los miembros de la Junta respondieron negativamente. Pero el asunto sólo se trató verbalmente, y no se tuvo valor para tomarlo en cuenta en las actas de la sesión. Evidentemente el público no supo nada de ello, pues en el Consejo no se hizo mención del hecho 1. Pero hay que notar que en la petición no aparecía el nombre de don Bosco, sino el de don Francisco Dalmazzo. El otro cuerpo moral estaba presidido por el príncipe Pallavicini, a quien don Bosco dirigió entonces una instancia, que fue rechazada. <<íY son todos católicos!>>, exclamaba Lemoyne en carta a don Miguel Rúa. Y después proseguía: <> 2. En los viejos ((**It17.79**)) romanos de Roma prevalecía siempre la aversión contra los buzzurri (brutos) invasores 3. A pesar de estos fracasos y aun cuando todo hacía prever que las negociaciones irían para largo, don Bosco no se rindió, sino que quiso se continuase el asunto de la rifa. Sin embargo, las diversas oposiciones, 1 Hubo más tarde alguna noticia en la prensa; en efecto, el Capitale del 28 de abril, en un articulejo digno de barrios bajos ponía en guardia al Ayuntamiento contra cualquier concesión en favor de la rifa. 2 Carta del 28 de abril de 1884. 3 Buzzurri: era el nombre que se dio en Toscana a los suizos que bajaban en invierno a ejercer el comercio de castañas al por menor (N. del T.).(**Es17.76**))
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