Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es17.514**) Protestantismo... íFaenza! Fuimos recibidos al grito de íMuerte a los Salesianos!, grito que continuó y continúa todavía. Observad: aquel seminario iba de mal en peor y estaba reducido casi a cero. Los hijos del porvenir: ése era el caos en que se sumía la pobre juventud 1. Nosotros salimos al paso, puesto que nadie paraba mientes en nosotros. En la diócesis de Faenza casi no había sacerdotes y algunos de aquellos pocos eran demócratas. La esperanza del clero se apoyaba en algunos seminaristas desperdigados por la ciudad. Pero, desde que hemos ido allí nosotros y gracias a las iniciativas del admirable don Pablo Taroni, el seminario resulta pequeño para dar cabida a todos los seminaristas. Y notad bien que el Rector había propuesto al Obispo cerrar el seminario y que don Pablo Taroni, por el contrario, había dicho: Haced venir a don Bosco y ya veréis. Antes, el seminario no tenía más de veinte o treinta seminaristas, y ahora tiene ciento veinte internos y cincuenta o sesenta externos. Y nosotros precisamente tenemos ya en la ((**It17.599**)) Congregación algunos clérigos de Faenza y espero que, pronto, tendremos en nuestras escuelas una abundante mies de vocaciones también para nosotros. El oratorio continuará teniendo cada vez más fuerza y con los internos y externos se hará también mucho bien en la diócesis. Tras una breve pausa de don Bosco, intervino don Miguel Rúa, poniendo de relieve lo que él mismo había visto hacía poco con sus propios ojos, es decir, que la presencia de los Salesianos había devuelto el entusiasmo al clero, antes totalmente amilanado; en algunos pueblos, los párrocos, animados con el ejemplo del oratorio salesiano, habían abierto también oratorios festivos que eran florecientes. Don Bosco continuó diciendo: -Y todo esto se debe a la pobre Congregación Salesiana... Cuando fui a Faenza, el Obispo estaba inquieto, porque temía que su seminario quedase enteramente vacío por culpa de los Salesianos. Le respondí que, cuando don Bosco iba a un sitio cualquiera, lo hacía siempre con la bendición del Obispo. Y que, por tanto, estábamos dispuestos a marcharnos en seguida, si Su Excelencia no quería a don Bosco en la diócesis. Que quería estar en Faenza de acuerdo con el Padre Santo y si éste le pedía cuentas de ello, estaba obligado a responder con sinceridad lo que había visto. El Obispo se calmó al oír esta conclusión; declaró que estaba contento de que don Bosco hubiera fundado en Faenza, pero que temía por su seminario. Entonces don Pablo Taroni, lleno de fe, exclamó que, desde el punto y hora en 1 Alusión al socialismo. (**Es17.514**))
<Anterior: 17. 513><Siguiente: 17. 515>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com