Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es16.182**) celebró en su lugar la de acción de gracias, como se acostumbra en Francia 1. Los más ilustres personajes de la ciudad, acudieron allí, ansiosos de ver a don Bosco. Descollaba entre todos la veneranda figura del gran apologista católico Augusto Nicolás, el cual edificó a todos poniéndose de rodillas ante el Santo. Bastó la noticia de su ida, para que le llovieran en París cartas y cartas, desde Versalles, de personas que le rogaban fuera a bendecir a enfermos. Así el conde de Nicolay, después de exponerle la historia de los males que afligían a sus seres queridos, imploraba su benéfica intervención; y pasaba a hablar de sí mismo, con estas santas expresiones: <>. La condesa de la RédoyŠre deseaba que, al volver a París, parase en la estación intermedia de St-Cloud para bendecirle a una hija enferma; pero don Bosco le contestó, por medio de su secretario, que le dolía no poder satisfacer su deseo. La viuda Levasseur, ((**It16.211**)) llegada expresamente desde Lisieux, oyó su misa, le ofreció mil francos, le pidió la curación de sus ojos enfermos y recibió palabras de esperanza. La familia de Masin obtuvo, por mediación de los amigos, que don Bosco aceptase ir a comer en su casa. Asistió también a la comida el obispo, monseñor Goux. Durante la refección, admitió con amable sencillez cuantas preguntas se le hicieron. Preguntáronle, por ejemplo, qué había de verdad sobre lo que se contaba del famoso perro, y él, con la mayor naturalidad, narró los hechos, atribuyéndolos a la bondad de María Auxiliadora. Rogáronle que bendijera a una niña, paralizada hacía algunos años por una enfermedad en la médula espinal y la bendijo, recomendándole se hiciera una novena a María Auxiliadora. La niña pudo caminar poco después, pero al año siguiente, murió víctima del garrotillo, sin que por ello disminuyese en la familia la veneración hacia el Santo, como lo llamaban. -La bendición, decían ellos, le ha servido para abrirle las puertas del cielo. Después de la comida, pasó a una sala para recibir a las personas 1 Carta de la señora Levasseur a don Bosco, Lisieux, 8 de junio de 1883. (**Es16.182**))
<Anterior: 16. 181><Siguiente: 16. 183>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com