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((**Es9.91**) Pero el clérigo Petiva, después de varios años, debido a ciertos planes personales, despidióse de don Bosco y fue a hospedarse por algún tiempo en el seminario menor de Mirabello, donde prestó algunos servicios durante varios meses. Finalmente, marchóse también de allí después de varias vicisitudes y, habiendo caído enfermo de tuberculosis, entró en el hospital. Escribe don Miguel Rúa en la Crónica: <>. Al ser conocida su muerte en el Oratorio, como algunos creían todavía que pertenecía a la Pía Sociedad, supusieron que podía ser uno de los tres muertos vistos por don Bosco en el sueño. Mas, don Juan Bautista Francesia escribía a Roma al caballero Oreglia: <>Dijo, sin embargo, ((**It9.89**)) que otro hizo ayer el ejercicio de la buena muerte y que sería por última vez. Alégrese, pues, ya que usted no será ciertamente el segundo. >>Entre tanto le comunico que la impresión de la gramática griega del teólogo Pechenino está terminada... Se da nuevo empuje a la biblioteca (de la juventud italiana)... Se repartió ya el programa...>> Don Bosco pensaba en dar vida a la subscripción mensual de Clásicos italianos expurgados para uso de las escuelas. Y mandaba más noticias al Caballero, a quien claramente decía(**Es9.91**))
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