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((**Es9.639**) su deudor y deudor insolvente. Cuente conmigo para todo lo que pueda hacer en favor de usted, de la casa, de la Congregación o de cualquiera de sus; ruégole me considere siempre como su servidor, amigo y hermano. Como deuda de gratitud y de justicia, no dejaré nunca de pedir al Señor por usted y por toda su familia. Espero de usted y de los suyos, y se lo pido a título de caridad, algún memento y alguna aplicación de la salve que se reza al final del santo rosario. Creo oportuno recordar aquí lo que, según su encargo, me indicaba en su nombre el padre Vasco, a saber, que usted deseaba que saliera sin que, ni en casa ni fuera, se supiese la verdadera razón de mi partida. Yo, contento de poderle demostrar de algún modo mi agradecimiento, le diré que ni siquiera mis más próximos parientes, como mi madre y mis hermanos, saben nada y aquí lo hablé con Buzzetti, a quien usted se lo dijo, y con don Antonio Sala, que vi se había dado cuenta por mis preparativos. Esto para su norma y para justificar lo que usted no creyó oportuno comunicarme directamente. Encontrará tres cartas iguales que escribí con el fin de disipar las habladurías, que personas malévolas de fuera pudieran hacer, con perjuicio para la casa o la Congregación, por mi marcha. Usted puede darlas, retenerlas o anularlas, como mejor le plazca o juzgue. Si en adelante necesitare cualquier testimonio mío, cuente con mi buena disposición, siempre que mis superiores me lo permitan. Siento muchísimo marcharme sin poder despedirme y dar las gracias a cada uno de los que forman la Congregación y la familia. Pero, dado que una partida cal lada y secreta puede servir mejor a sus planes, me someto gustoso a este verdadero sacrificio y le ruego que cuando usted lo crea, dé a conocer este mi deseo y mi pena, al menos a quien después pueda manifestarlo a los demás. ((**It9.717**)) Le pido perdón por las molestias y disgustos que le he dado en todo momento y tiempo y le ruego perdone el mal que de cualquier manera haya podido causar a usted, a la Congregación, a la Casa o a los hermanos con mi mal ejemplo, lo mismo de palabra que con hechos. Ruégole también perdone el bien que no he hecho, con lo que pueda haber perjudicado a la Casa. Por fin, le ruego crea que salgo de esta casa con el corazón totalmente pegado a ella, y, si ello fuera posible, aún con más afecto que antes. El Señor sabe las obligaciones de gratitud y reconocimiento que me llevo para su persona y familia; por lo cual, aunque me separo de su obediencia, no por ello renuncio a librarme cuanto antes y mejor pueda de las muchas deudas que a usted me ligan. Quiera el Señor permitir que se me presenten muchas y frecuentes ocasiones para ello. Aunque de ahora en adelante no tengo ya derecho a llamarme su hijo, seré siempre muy feliz, si me cree, como me es grato repetirme ahora y siempre, con la más sincera gratitud y respeto, De usted, M. Rvdo. don Bosco, Su seguro servidor FEDERICO OREGLIA (**Es9.639**))
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