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((**Es9.631**) o bien inducen a otros a interpretarlos mal, ocasionando menosprecio hacia quien ha hablado. En tales casos, los buenos se alejan si pueden. Por tanto, no hablar más de lo necesario y siempre de algo útil para el alma. Por la boca entra el alimento... No hay que comer cosas fuertes, picantes, rebuscadas, de difícil digestión, demasiado abundantes o sabrosas, como son los dulces, las confituras. No hay que beber vinos exquisitos o licores embriagadores y mucho menos sin medida, porque, obrando así, resulta un doble milagro conservar la bella virtud. Cuando menos se espera se presentan los pensamientos o deseos ilícitos deliberadamente, con peligro de acciones abominables. Por la noche no quedarse totalmente en ayunas; pero cuanto más ligera sea la cena, tanto más seguros estaremos. Añado las mortificaciones, no sólo no buscando alimentos que halagan la gula, sino frenando estos deseos. Estemos contentos con lo que la Providencia nos suministra. En cuanto a las ocasiones peligrosas os diré que evitéis estar a solas con personas de otro sexo. Cuando debáis tratar con ellas sed lo más breves que podáis y, después de una mirada indiferente al principio, hablad con la cara vuelta a un lado, volviendo los ojos de acá para allá sin afectación. No vayáis acompañados de ellas por la calle. Absteneos de estrecharles la mano, aunque sean vuestras hermanas, de mirarlas afectuosamente, de hacerles regalos, escribirles cartas demasiado tiernas, hacerles confidencias demasiado exageradas, dar preferencia a una más que a otra. Qui familiaritatem non vult vitare suspectam, cito labitur in ruinam (El que no quiere evitar una familiaridad sospechosa, pronto cae en la ruina). Somos cristianos, somos religiosos y no debemos dejarnos seducir por las cosas de la tierra. Por eso hay que huir tamquam a facie colubri (como de una serpiente) y cortar toda relación. También hay que usar grandes cuidados en el trato con personas religiosas: Hospitiolum tuum aut raro, aut nunquam mulieris pedes terant. Omnes puellas aut virgines Christi, aut aequaliter ignora, aut aequaliter dilige. Nec sub eodem tecto mansites: nec in praeterita castitate confidas (Que los pies de la mujer no pisen tu albergue nunca o rara vez. Desconoce o ama por igual a todas las hijas o doncellas de Cristo. Y no habites bajo el mismo techo: ni te fíes de la pasada castidad) (San Jerónimo a Nepociano) Si propter officium clericatus, aut vidua visitatur, aut virgo, numquam solus domum introducas (id) (Si por ministerio clerical, visitas a una viuda o a una doncella, nunca entres solo en casa). Huir también de las amistades particulares con los jóvenes, porque tienen atractivos que se hacen querer. Abstenerse de los besos, de tomarlos por la mano, ponerles las manos en la cara, acariciarlos, sea como sea, de manera afectuosa; no os permitáis gestos o palabras que puedan despertar en ellos un mal pensamiento, un afecto sensible; y peor aún entretenerse con ellos a solas. Jamás los metáis en la propia celda. Esto acarrea envidias, sospechas, maledicencias y escándalo. Procurad también inculcar prudentemente estos cuidados a los ((**It9.708**)) alumnos. No os ilusionéis con las victorias pasadas, porque se vence una, dos, tres veces, pero después, a la cuarta se cae. Apprehende fugam, si vis referre victoriam (Huye si quieres triunfar). Nadie crea que está seguro por su edad avanzada; nada de eso; porque >>quién es más fuerte que Sansón, más santo que David, más sabio que Salomón? Pues, pese a tantas virtudes, cayeron desgraciadamente. No olvidemos que habemus thesaurum in vasis fictilibus (llevamos un tesoro en vasijas de barro). (**Es9.631**))
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