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((**Es9.560**) exigir; una grave deficiencia para los pagos de quien tenía que mantener gratuitamente otros centenares de alumnos. Decía la circular: ...Señor: Me apresuro a comunicar a V. S. que, de acuerdo con el reglamento de esta Casa, la pensión o cuota establecida al aceptar a los alumnos, debe pagarse por trimestres adelantados, y que, el incumplimiento de este artículo, presupone la llamada del jovencito junto a sus padres. Si, por tanto, no cumple V. S. este artículo del reglamento dentro de quince días, deberemos, muy a pesar nuestro, enviar a V. S. al alumno mismo, para solicitar lo que se debe. Acepte los sentimientos de aprecio y respeto con que celebro profesarme, De V.S. Seguro servidor MIGUEL RUA, Pbro. Prefecto del Ortorio Esta disposición no era en verdad una simple cuestión económica. Era un medio oportuno para alejar del Oratorio a los indignos y holgazanes, para reivindicar los derechos de la justicia, puesto que ciertas personas pudientes, con engaños y por sórdida avaricia, hacían mantener e instruir por la ((**It9.626**)) caridad pública a sus hijos; era un medio para recordar la beneficencia prestada a los internos del Oratorio. Don Miguel Rúa, fiel ejecutor de las órdenes de don Bosco, era ejemplar en los deberes de su oficio. Logró cobrar algunas cantidades, envió alguno a sus padres y don Bosco, a quien recurrían los más invocando caridad, tenía que contestar benignamente concediendo demora de pago a unos y hasta perdón de la deuda a otros. Este favor lo alcanzaron muchos jóvenes verdaderamente buenos, que don Bosco se quedó consigo, sin preocuparse de las ideas y condiciones de sus familias. Era siempre el triunfo de la caridad. Entre las numerosas y conmovedoras anécdotas que tuvieron lugar contaremos solamente dos. Erase un muchacho bonísimo cuyos padres, pobres, no podían pagar la exigua pensión prometida. Habiéndose enterado de la intimación enviada a sus padres, presentóse conmovido a don Bosco, suplicándole que no le mandaran a casa. -Tranquilo, le respondió el Siervo de Dios. -Sí, pero entre tanto... -Si te hacen salir por la puerta de Oratorio, vuelve a entrar por la de la iglesia de María Auxiliadora, y nadie te molestará. (**Es9.560**))
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