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((**Es9.498**) Hoy 12 de enero, sábado, viene don Juan Bosco a celebrar la santa misa 1, después de la cual habla sobre el sacrificio de la misa y de Jesús Sacramentado; luego sube y desayuna con nosotros. Bendice a los cinco niños, habla a Hugo 2 de su primera comunión. Luis se impresiona con su buen carácter. Yo le entrego, por encargo de Papá 3, un paquetito de billetes, sobre el que él había escrito a don Bosco, p. g. r. (por gracia recibida) y don Bosco, que quizás había olvidado lo que escribió y la promesa hecha, me dijo tener interés particular por aquellas tres cartas. He aquí el motivo de esta limosna. En el mes de mayo, cuando el caballero Oreglia estuvo aquí, Papá andaba muy preocupado con Pablo. Me encargó escribir que, si se concertaba un buen matrimonio, él daría, en seis meses, mil liras para la obra de don Bosco. Sabemos ahora que, al cabo de seis meses y pocos días, no sólo estaba concertado el matrimonio, sino cumplido 4. 16 -Me confieso con don Bosco. El 17 viene a verme el príncipe Pignatelli y me pide en ((**It9.549**)) nombre del Rey 5 que prepare una cita para él. Escribo con este fin a don Bosco. El 18 otra petición de la Duquesa de San Cesario con el mismo fin 6. Y he aquí ahora el manuscrito del Príncipe: Sábado, 11 de mayo de 1867 El 12 de enero de este año vino don Bosco a celebrar la misa en la capilla de la Villa. Distribuyó algunas comuniones y, acabada la misa, a ruegos de don César 7 volvió a subir al altar para dirigirnos unas palabras. Considerando que los sacerdotes tienen que celebrar la santa misa con verdadero espíritu, nos exhortó a todos a acostumbrarnos a oír la misa diariamente, después nos inculcó la hermosa devoción de orar ante el Santísimo Sacramento con gran fervor, puesto que debemos pedir a Jesús todas las gracias y ofrecerle todas nuestras inquietudes, orar por el Papa y por la extirpación de las herejías que invaden hoy nuestra Italia. Lleno de fervor añadió después: <>. Subió al salón, habló uno a uno con todos nosotros; hizo a todos alguna advertencia y habló también con Bertelli 8, todavía convaleciente. También a mí me llegó el turno y comencé por recomendarle a P... y su pronta conversión. Por eso, yo le prometí un donativo para su iglesia y él me prometió que le escribiría apenas llegase a Turín, encomendándole a sus muchachos y a su iglesia. Le hablé de mí y de mi poco fervor y me dijo que estuviera tranquilo... Fui luego a confesarme con él y quise hacer confesión general. Me acusé de mis faltas, y me 1 Teníamos, por gracia singularísima, permiso para conservar el Santísimo Sacramento en nuestra capilla de Villa Ludovisi. 2 El mayor, que aún no había cumplido once años. 3 Príncipe M. A. Borghese. 4 Y se alcanzó el deseo y continúa feliz. 5 Francisco II de Nápoles, con quien teníamos mucho trato. 6 Era, ya entonces entrada en años, Dama de la corte de la reina Sofía, esposa del Rey. 7 Don César Calandrelli, preceptor de nuestros hijos. 8 Doméstico. (**Es9.498**))
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