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((**Es9.40**)((**It9.30**)) CAPITULO IV EXTRAÑA PETICION DE DON JUAN BONETTI A DON BOSCO -DON BOSCO ENVIA UN AGUINALDO DE LA VIRGEN PARA CADA UNO DE LOS DEL COLEGIO DE MIRABELLO -CARTA DE UN CLERIGO A DON BOSCO AGRADECIENDOLE EL AGUINALDO -COMUNICA POR CARTA A LA CONDESA CALLORI QUE HA ESTADO UN POCO ENFERMO; QUE VISITO A SU HIJO EN EL COLEGIO DE VALSALICE Y LE DA NOTICIAS DE EL; DISCULPA LA LENTITUD DE LA EDICION DE UN LIBRO; SUSPENDE EL PLAN DE LA FUNDACION DE UN COLEGIO; ELEVADO COSTE DEL PAN; NECESIDAD DE PRESERVAR DEL FRIO A SUS ALUMNOS; ESPERA VERLA EN CASALE -MANDAN MANTAS AL ORATORIO DESDE EL ALMACEN DE INTENDENCIA MILITAR -CARIDAD DE DON BOSCO SI la carta de don Bosco a los alumnos del colegio de Lanzo les llenó de alegría y les decidió a hacer buenos propósitos, mucho más conmovió a los de Mirabello otra carta suya, que, por circunstancias poco ordinarias, era muy esperada. A finales del mes de noviembre había escrito don Juan Bonetti una carta a don Bosco: Queridísimo don Bosco: Al acercarse la novena de María Inmaculada un extraño pensamiento ha pasado por mi mente. Me lo he adueñado y se lo expongo. He pensado, pues, que nosotros llamamos a la Virgen, Madre y en cambio se la dice Reina de los ángeles: por consiguiente nosotros somos sus hijos y no súbditos y siervos. En efecto, para nosotros y no para ellos se dijeron aquellas palabras: Ecce filius tuus: ecce mater tua (He aquí a tu hijo: he aquí a tu madre). Así las cosas, me dije: no hay duda de que el amor de un hijo debe ser mucho más vehemente que el de un súbdito, por fiel que éste sea, y, por tanto, nuestro amor a María no debe ser inferior al de los ángeles. Aunque los ángeles ((**It9.31 **)) al presente puedan amar a María más que nosotros, esto sucede porque ya se encuentran en la bienaventuranza; pero, pese a ello, nosotros tenemos, como hijos, más derechos, mayores títulos, más fuertes obligaciones que ellos para amarla y venerarla, especialmente por los grandes beneficios que nos ha prestado. En consecuencia, y aunque a primera vista parezca demasiado atrevido, he propuesto a nuestros hijos de Mirabello desafiar a los ángeles a celebrar la novena y fiesta de la Inmaculada Concepción, estimulándoles al mismo tiempo a emplear todas sus fuerzas para superar en estos días a los espíritus celestiales en entusiasmo y(**Es9.40**))
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