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((**Es9.252**) llevar el mío al Templo de María!>> íQué milagro de unión de sentimientos! Asombradas las gentes gritaban por doquier: íAún está viva la Fe de nuestro pueblo que se burla de la ira del infierno y crece y se hace cada vez más fuerte! VIII Oh Señora divina,>>no es acaso éste el triunfo evidente de tu poder, que aplasta la cabeza a la antigua serpiente, y a sus hijos, que a Cristo y al Eterno desafían en combate feroz? La misión celestial prosigue, oh Madre; pues el Reino de Dios, única fuente del verdadero bien, tendrá su imperio . siempre envidiado en ésta tu tierra predilecta; y cual se aplaude con himnos y alabanzas hoy a tu Nombre en este lugar santo, así se eleve el canto magnífico y solemne y perdure en tu honor sacro y perenne. ((**It9.265**)) IX Pues Tú en el Cielo aún eres propicia al que te invoca y honra; que <>en Ti magnificencia, en Ti se junta >>cuanto hay en lo creado de bondad>>, y jamás quedará sin tus favores el alma a la que cubra la sombra de tu manto, y la cobije hasta arribar a la eternal orilla y a tu lado, oh María, esté segura; oh, derrama tus dones más preciados sobre los corazones generosos que han fomentado esta gloriosa obra; vean cumplidos todos sus deseos, que tienden al verdadero bien, a Dios, al Cielo. X Extiende, pues, tu manto protector sobre estos venerandos prelados, inflamados en el celo (**Es9.252**))
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