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((**Es9.250**) pues, si aquí se alza la admirable mole que el pueblo de Turín feliz aplaude, a sólo Aquel que puede cuanto quiere y a Ti, María, se debe. Tú, en la idea del Hijo omnipotente, descubriste el proyecto y lo copiaste fielmente, y por un ángel luego hiciste esculpir en la mente de tu apóstol, y tiene tal deseo de ensalzarte que él, amado, te ama; en cuyo corazón arde la llama del amor más sincero. Mas sólo al clero hostil admira el grupo de los descontentos. III Todo el que ignora tu poder, María, pensó que era locura esta empresa ciclópea que exigía un inmenso caudal de plata y oro; y hubo almas pías que hasta la tacharon de inútil osadía; en tan míseros tiempos de angustiosa necesidad, cuando arde contra Cristo y su Iglesia implacable y dura guerra, >>cómo llevar a cabo empresa tan grandiosa? >>Lo podrá un pobre sacerdote? >>De qué sirve tener una alma grande cuando los medios faltan? Sin un milagro auténtico imposible llegar a feliz término. ((**It9.263**)) IV Y Tú, a quien Dios su omnipotencia dio, Inmaculada Madre, hiciste el gran prodigio, y lo vocean tanto el creyente fiel como el profano, que sólo cree en el hombre y en las obras de su trabajo y ciencia. Del más seco peñasco brotó un día la más preciosa y límpida corriente, y se cubrió de flores la infecunda tierra de áridos troncos. Pues este augusto Templo ahora renueva el antiguo milagro; nacido de la nada, he ahí sus torres cual de un palacio regio (**Es9.250**))
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