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((**Es8.687**) consagración episcopal. Monseñor Savio fue consagrado en la iglesia del Corpus Christi, monseñor Galletti en la del Cottolengo. Don Bosco se apresuró a presentarles los debidos respetos y después, por tercera vez, volvía a ver al Arzobispo. Monseñor Riccardi y su noble familia había ayudado al Oratorio muchas veces, y le causaba pena aquella frialdad, cuya razón no comprendía. Monseñor poseía una alma sin hiel y sin arrogancia, y un corazón sensibilísimo para cualquier obstáculo que chocase con sus afectos, no solamente paternales, sino verdaderamente maternales que él prodigaba a su diócesis, dispuesto a cualquier sacrificio por ella. Su sensibilidad crecía con el recuerdo de Savona, la avanzada edad y las dolencias que le aquejaban. Por tanto sentía ver que el Instituto, al que había amado creyéndolo diocesano, no dependiese directamente de él. El afecto que los salesianos pertenecientes a su diócesis tenían a don Bosco,le parecía una disminución del que a él le debían. Era lo que le insinuaban algunos consejeros. Un día, mientras se revestía en la sacristía del Oratorio de los ornamentos sagrados para dar la bendición, había más de un centenar de muchachos revestidos de sotana, alineados ante él; aquellos señores, besándole repetidamente la mano o el anillo, repetían en alta voz: -íUsted, Excelencia, es nuestro Padre, no tenemos más Padre que usted, oh, buen Padre! Estábamos presentes nosotros mismos y tomamos buena nota. íEra una lección, ciertamente no merecida, que se nos quería dar a los Salesianos! No obstante Monseñor no fue nunca enemigo del Oratorio y si hubo algunas divergencias entre él y don Bosco, hay que buscar la causa en aquel bendito corazón. Hemos escrito esta página para que se entienda que la ((**It8.809**)) nueva cruz destinada al Siervo de Dios no nacía de animosidad alguna del nuevo Superior Eclesiástico. Don Bosco se presentó de nuevo al Arzobispo y le dijeron que no le podía recibir por estar ocupado. Volvió al Oratorio el Venerable y se apresuró a escribir y enviar a Su Excelencia la siguiente comunicación, con el fin de que pudiese conocer la finalidad de la Pía Sociedad Salesiana. (**Es8.687**))
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