Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es8.601**) El Venerable se encaminó a la estación acompañado por monseñor Emiliano Manacorda, a quien entregaba una circular para sus bienhechores, ya impresa en Roma, para que la enviase a Turín. Monseñor Manacorda, al cumplir el encargo, no dejó de describir la partida del Venerable. Ilustrísimo Caballero: Le escribo unas líneas por encargo de nuestro queridísimo don Bosco. Todavía tengo los ojos hinchados por las lágrimas que me arrancó su partida. Ayer a las ocho de la tarde nos dejaba aquí en Roma como huérfanos, desolados y conmovidos al verle marchar. Ciertamente usted sabe cómo se desenvolvió la estancia de este nuestro buen Padre en Roma. El vencedor de Magenta 1 con todas sus baterías, aun con todo el imperio a cuestas, resultará un pigmeo al lado de don Bosco. La nobleza romana que se confundía con la plebe y olvidaba la etiqueta de la corte para doblar sus rodillas ante don Bosco y recibir su bendición, no dejará la antesala del padre de los pilluelos para sentarse al lado del gran Rey. Qué grande y poderosa es la virtud de don Bosco. Quisiera describirle la escena de su partida, pero no puedo, no me lo permite el corazón. Don J. B. Francesia se lo contará todo. ((**It8.708**)) Le mando la carta de don Bosco impresa para volverla a imprimir enseguida... Siento que se quisiera vender la fotografía de don Bosco. Yo no tengo influencia con nadie, solamente por el amor y la veneración que profeso a este nuestro Padre, me permito decir que no me parece conveniente, más aún, lo creo indecoroso por ahora y rogaría a V. S. secundara este mi parecer. Aquí en Roma causaría mala impresión... Roma, 27 de febrero de 1867 MANACORDA Por desgracia los malintencionados, como veremos, estaban con el ojo alerta. Aquel mismo día escribía también don J. B. Francesia. Fermo, 27 de febrero de 1867 Muy apreciado señor Caballero Oreglia: Ayer por la noche dejamos Roma y tras un viaje feliz, ya que no alegre, hemos llegado a Fermo. Hemos visto a Su Eminencia; está bien; su secretario y los demás de su familia, todos bien, y nos recibieron con las mejores muestras de cariño. Pero nuestro corazón sigue todavía en Roma. Ante todo debe saber que, en vez del lunes por la noche, como estaba establecido, solamente nos permitieron salir al día siguiente. íEn la estación nos esperaba un enorme gentío! Muchos no habían podido resistir aquella dolorosa separación y se 1 Vencedor de Magenta. -Como de <> habla Manacorda a Oreglia del vencedor de Magenta, sin necesidad de nombrar a Napoleón, que venció en Magenta a los austríacos el 4 de junio de 1859 (N. del T.) (**Es8.601**))
<Anterior: 8. 600><Siguiente: 8. 602>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com