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((**Es7.465**) Las disposiciones que daba don Bosco en septiembre y octubre se complicaban con las exigencias de la autoridad escolástica y los trámites para alcanzar la autorización de enseñanza a dos profesores que aún no tenían diploma. El 9 de septiembre recibía don Bosco un escrito, con el número 2185, invitándole a presentar la estadística de su bachillerato. En el documento en que se transmiten los módulos para la estadística, como se determinó este año por la Autoridad, se invita a V.S. Ilma. a responder adecuadamente a las preguntas en ellos expresadas, advirtiendo que los datos estadísticos del 1861-62 estén en hoja distinta de los del 1862-63 y que se indique en las columnas de observaciones dentro de qué límites extremos se halla la edad de los alumnos de cada curso. El que suscribe agradecerá a V.S. Ilma. la mayor solicitud posible. Por el Delegado Real VIGNA Muy reverendo Señor: Nada te turbe, tenía (don Cafasso) siempre escrito en un papelito en su breviario. Los ejercicios espirituales que con tanto gusto mío esperaba ir a predicar en Saluggia, se me han presentado con algunas dificultades que acaso no podré superar. El teólogo Borel, predicador ordinario de esta casa, ha caído enfermo; yo he querido realizar mi acostumbrada parte y además la que le correspondía a él. Esto me cansó y me descompuso el estómago. Desde el día de Todos los Santos me vinieron de nuevo los esputos de sangre de otras veces, seguidos de pequeña fiebre. Mi familia ignora este mi mal; pero ciertamente no me permite responsabilizarme y asegurar una tanda de ejercicios espirituales, tanto más que los internos de la casa se aproximan a los quinientos. Si usted acepta que me haga suplir por otro, creo poder tenerlo seguro y cambiaremos de bueno en mejor. Pero personalmente no podría asegurárselo. Perdone, en tanto, la mala partida de don Bosco, pero créame por cuanto yo pueda, ahora y siempre, suyo en el Señor. Turín, 9 de noviembre, 1860 Su seguro servidor JUAN BOSCO, Pbro. Carísimo Señor Cura: Creo no haya dificultades para recibir en esta casa al joven Bracco, y tal y como usted escribe. No obstante, como veo por su carta que va a hacer pronto un viaje a Turín, preferiría concluir la cuestión charlando con usted. Tanto más cuanto que tendríamos que tratar algunos detalles para bien de los de Saluggia internados en esta casa. En el caso de que no pudiese usted venir por algún tiempo, diga al antedicho Bracco si está dispuesto a venir para hacer cuanto se necesita en la casa, sin más ganancia que la comida, el vestido y el paraíso al fin de la vida, si es bueno. De acuerdo con esto, podemos ir adelante. Me complace mucho que la confesión de los chicos siga bien; anímese; si surgen dificultades, no se desaliente; busque la manera de superarlas. El Señor nos conserve a todos en su santa gracia y me crea con entera estima. De V.S. Turín, 4 de abril, 1861. Su afectísimo amigo JUAN BOSCO, Pbro. (**Es7.465**))
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