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((**Es7.44**) que, en una ventana del dormitorio, apareció sobre el alféizar una llamecita, a manera de globo de fuego. La ventana estaba cerrada y, sin embargo, el globo la atravesó con un pequeño rumor. Pasó sobre sus cabezas y recorrió la sala de un extremo a otro. Paróse en el medio, dejó de formar un solo globo y se dividió en muchas más llamas, que se repartieron a lo largo del dormitorio, el cual quedó por unos instantes enteramente iluminado, hasta en los rincones. Al mismo tiempo oíase como el rumor del paso de un hombre que caminaba. Después de un momento se unieron las llamas de nuevo en un solo globo, que se dirigió a la ventana y salió dejando espantados a los tres muchachos, los cuales apenas pudieron respirar y se escondieron bajo las sábanas>>. <((**It7.38**)) afirmó haber visto un globo de fuego sobre la habitación de don Bosco. Otras versiones, aunque sin fundamento, de misteriosas apariciones corrían entre los alumnos, quienes, sobrecogidos de un santo temor, deseaban que don Bosco explicase aquel hecho. >>Y don Bosco, el domingo por la noche, 12 de enero, explicó a todos los alumnos reunidos, estudiantes y aprendices, el acontecimiento de aquella luz. Y lo describió y explicó en sus más nimios detalles. Después prosiguió: >>Este es el hecho: están presentes quienes fueron testigos, los cuales lo cuentan como yo os lo expuse. Agregaré que aquel globo pasó del dormitorio a otra estancia, donde dejó noticia de que en aquel lugar de la casa se tenían malas conversaciones. No mucho después lo vieron don Miguel Rúa, don Angel Savio y el clérigo Provera. >>Durante estos días hubo mucho alboroto entre los jóvenes a raíz de esta luz. Algunos preguntan: -De qué se trata? Acaso es el alma de Martano que necesita nuestras oraciones? Otros decían: -Es acaso un bólido o una estrella errante? -Demos de lado a todas estas preguntas; yo estoy en condiciones de descubriros la verdad. Y hela aquí: hay en casa ciertos corazones obstinados, que se resisten a la gracia de Dios. Ellos han provocado sobre sí la cólera del Señor, que nos amenazaba (**Es7.44**))
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