Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es7.140**) Estos fueron los motivos que habían inspirado la carta del canónigo Pinoli, el cual, por ser amigo de don Bosco probablemente la había escrito, según parecía, al dictado. El teólogo Valinotti se encargó de enviarla al Oratorio, y don Bosco respondió así: Muy apreciado señor Teólogo: No puede imaginarse, señor, la dolorosa impresión que me ha producido su carta, referente a las Lecturas Católicas, por el asunto que trata y por la persona a quien se refiere. Intenté contestar ayer varias veces, pero la agitación me lo impidió. Solamente esta mañana, después de haber celebrado el sacrificio de la santa misa y de encomendarlo todo al Señor, respondo sencillamente contando las cosas tal y como son. Nunca he creído que las Lecturas Católicas fueran propiedad de otro. Yo las programé, empecé su impresión, que siempre he cuidado y corregido con toda diligencia; he compuesto o redactado con estilo y vocabulario adaptado cada uno de sus números. Fui siempre responsable de cuanto se imprimió. Realicé viajes, escribí e hice escribir cartas para la propaganda de las mismas. La opinión pública y hasta el Santo Padre, en tres cartas a mí dirigidas, me considera como el autor de las Lecturas Católicas. ((**It7.154**)) Considerándome siempre como el árbitro de cuanto hacía, he dejado a los demás, bajo una dependencia un tanto descuidada, el trabajo material de la distribución y contabilidad. Ultimamente, al ver el continuo retraso de la imprenta, he comenzado a imprimir algún ejemplar en la Tipografía Ferrando; pero, al no poder tampoco de esa manera alcanzar la regularidad deseada, me he decidido a proveerme de una imprenta. He hecho fabricar tipos, papel, formatos, y preparar la máquina adaptada a los impresos de Paravía. Empezó ya la imprenta, tengo preparado el material para todos los números de este año. Pienso continuar la impresión en mi casa y dar así trabajo a nuestros pobres muchachos. Usted mismo, señor Teólogo, me lo dijo muchas veces con estas mismas palabras: -Dése prisa, don Bosco, para implantar una tipografía y librarnos de las dificultades de la impresión. Me parece que la carta del abogado señor Pinoli no está muy de acuerdo con Monseñor, puesto que él me dijo muchas veces en Ivrea, y también en Turín, estas formales palabras: -De estas Lecturas no debemos pretender ninguna ganancia material; si alguna hubiere, buena será para el Oratorio que seguramente la necesita. Ciertamente obtendré alguna ganancia, si después de haber trabajado duramente durante diez años para las mismas sin un sueldo de compensación, pudiese ahora, al menos, tener el de dárselas como trabajo a mis muchachos. Pero nadie me disputó la propiedad de algo que yo empecé y continué con tanto trabajo y tanto gasto. Es verdad que se podrá decir: -Hay deudas a pagar. Páguense. Trabajo desde hace diez años y no he buscado nunca el dinero; ni tampoco ahora lo quiero, porque nunca me guiará el sórdido interés en lo que toca a la gloria de Dios. (**Es7.140**))
<Anterior: 7. 139><Siguiente: 7. 141>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com