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((**Es7.121**) >>Era un muchacho de acrisolada virtud, que comulgaba varias veces por semana. >>Hasta el día de la predicción, había gozado de perfecta salud; pero desde hacía un par de semanas padecía una fuerte afección a los ojos, que por la noche le dejaba totalmente sin vista; hacía dos o tres días padecía también un ligero dolor de estómago. >>El médico le ordenó que por la mañana no se levantase con los demás, sino que descansase hasta más tarde. >>Una mañana, don Bosco se lo encontró por la escalera y le preguntó: >>-Quieres ir al Paraíso? >>-Sí, sí; replicó Maestro. >>-Pues bien, prepárate; añadió el siervo de Dios. El joven miró a don Bosco un poco turbado, pero creyendo que hablaba en broma, reaccionó inmediatamente. >>Por lo demás, el buen padre, que estaba sobre aviso, iba preparándole con prudentes consejos, induciéndole a hacer su confesión general, después de la cual Maestro quedó contentísimo. >>El 24 de abril un jovencito, al ver a Maestro sentado en la barandilla de la enfermería, tuvo una singular idea y acercándose a don Bosco le preguntó: >>-Es cierto que el que se quiere morir ((**It7.131**)) es Maestro? >>-íY yo qué sé!, replicó el siervo de Dios, pregúntaselo a él. >>El jovencito subió a la enfermería y se lo preguntó a Maestro. >>Este comenzó a reír y fue a pedir a don Bosco que le dejase pasar unos días con su familia. >>-Con mucho gusto, replicó el buen padre; pero antes de marchar es necesario que el médico extienda un certificado de tu enfermedad. >>Esta respuesta sirvió de gran consuelo al joven que razonaba de esta manera: >>-Tiene que morir uno en el Oratorio; si me marcho a mi casa es señal de que yo no soy; pasaré unas vacaciones más largas y volveré curado. >>El viernes 25, Maestro se levantó con los demás y, después de asistir a la santa misa, volvió a su dormitorio, pero sintiéndose muy cansado se acostó, manifestando antes a los compañeros su satisfacción por marchar a casa. >>Entretanto, a las nueve, sonó la señal para la clase, y los compañeros, después de despedirse de Maestro y desearle unas felices vacaciones y un buen regreso, marcharon a sus aulas mientras el enfermo (**Es7.121**))
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