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((**Es6.704**) <>Como los alumnos le preguntaran por su salud, respondió: >>-Si yo hubiese tenido que dar un consejo a quien se encontrase en mis condiciones, le hubiera mandado acostarse, recomendándole que llamara al médico; mas yo no lo quise hacer, porque seguramente los médicos me habrían recetado un montón de medicinas, me habrían aplicado sangrías y me hubieran obligado a descansar; tanto más que se trata de flujo ((**It6.933**)) de sangre al estómago, mal al que dan los médicos muchísima importancia. <>-Yo no pienso nunca que la muerte puede truncar mis planes, sino que hago cada cosa como si fuera la última de mi vida. Comenzaré una empresa, tal vez no tendré tiempo suficiente para llevarla a cabo, pero no importa; haré cuanto pueda, aun cuando fuese aquél el último de mis días. Trabajo sin descanso, como si hubiese de vivir todavía muchos años. >>El domingo, 12 de mayo, después de la función de iglesia, a eso de las seis de la tarde, se celebró la conferencia de san Francisco de Sales. Don Bosco habló en los términos siguientes: >>-En la última conferencia hemos tratado de la caridad, pero de la que nos es común con todas las personas del mundo; es decir, aumentar el número de los amigos y disminuir el de los enemigos. Pero nosotros debemos practicar otra de orden muy superior. Tenemos que imitar a nuestro Salvador que coepit facere et docere (comenzó a hacer y a enseñar): primero hacer, primero practicar la caridad con nosotros mismos para nuestra salvación, vencernos a nosotros mismos, vencer nuestra soberbia. Habrá alguna regla que desagrada, algún cargo u otra cosa que nos repugna; no nos dejemos desalentar, venzamos esa disposición desfavorable del ánimo por amor a nuestro Señor Jesucristo y al premio que nos espera... Haciendo así, vendrá luego la verdadera obediencia. Este es el eje en torno al que gira toda la vira religiosa: Qui vult venire post me abneget semetipsum, tollat crucem suam et sequatur me. (Quien quiera venir en pos de mí niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame). Renegar a nuestra voluntad, llevar la cruz cada día, como dice san Lucas, y seguir al Salvador. (**Es6.704**))
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