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((**Es6.498**)((**It6.662**)) CAPITULO XLVIII MALICIOSAS INTERPRETACIONES DE LA PRENSA DIARIA CON PERJUICIO PARA EL ORATORIO -DON BOSCO NO ES RECIBIDO EN LAS OFICINAS DEL MINISTERIO -VALOR Y CONFIANZA EN DIOS -LARGA Y PACIENTE ESPERA EN LA ANTESALA DEL SECRETARIO GENERAL -DON BOSCO ES ADMITIDO A LA AUDIENCIA POR EL SECRETARIO: DESCORTESIA Y FORZADA DEFERENCIA -MAS ALUMNOS RECOMENDADOS POR EL MINISTERIO EL Arzobispo de Pisa se veía libre de angustias, pero no así don Bosco. En tiempos normales era lógico esperar que la declaración enviada al Ministerio y la aceptación de tantos huérfanos, recomendados por él mismo, podían dar seguridad al Gobierno e inducirlo a suspender las molestias contra el Oratorio. Pero no cabía esta esperanza en aquellos tiempos, por las diarias instigaciones y violentas arremetidas de la prensa malvada, que inventaba y difundía libremente las más extrañas acusaciones y se esforzaba para descarriar la opinión pública y azuzar a las autoridades civiles contra el Oratorio. De este modo encendían también las depravadas pasiones del pueblo. Un día cruzaba don Bosco la plaza Saboya, acompañado del joven Garino, cuando se encontró con dos personas, que le espetaron insolentemente a la cara: -A estos curas, hay que colgarlos a todos. Don Bosco sonriendo les contestó: -Cuando tengan vuestros méritos para ello. No faltaban escritores sensatos que ponían en evidencia ((**It6.663**)) la ridiculez de semejantes acusaciones y la injusticia e insolencia de tan absurdos ataques, y hubo varios periódicos que salieron en defensa de la verdad y la justicia; pero los diarios sectarios, como obedeciendo a una consigna, disimulaban las razones y las defensas e iban repitiendo sus calumnias, estimulando al Gobierno a acabar con el Oratorio y, por desgracia, dado el carácter de los hombres que tenían en sus manos la dirección del Estado, no se podía esperar mucho de su equidad. Como ellos no estaban plenamente seguros del triunfo de la causa que defendían sobre la futura suerte de Italia, se dejaban engañar con facilidad por sus agentes y veían a menudo enemigos y (**Es6.498**))
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