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((**Es6.347**) Un clérigo estaba atormentado por los escrúpulos, dudando si podía o no, comulgar; le parecía por un lado que podía acercarse a la mesa eucarística y, por otro, temía cometer un sacrilegio. Esperaba una noche su turno para confesarse con don Bosco en el coro de la iglesia de san Francisco de Sales. Como no había más luz que la de la lámpara, quedaba el coro envuelto en la penumbra. Con ella era ciertamente imposible que don Bosco distinguiera, ni aun a corta distancia, a ninguno de los numerosos muchachos arrodillados en su derredor. El clérigo, angustiado por su pesar interior, no podía aguantar pensando en su confesión, cuando he aquí que de repente se le ocurrió una idea: -íCuánto me alegraría que don Bosco leyera en mi corazón y me llamara antes de confesarme, me dijera que estuviese tranquilo y me mandara comulgar mañana sin confesarme! íSería una señal segura de que las cosas de mi alma marchan bien! Yo no me preocuparía de mis inquietudes y quedaría curado. ((**It6.457**)) Seguía arrodillado ante el confesonario y todavía no le llegaba su vez; pero, apenas terminó este soliloquio interior, sintió que una mano tocaba suavemente su hombro, se levantó y oyó la voz de don Bosco que le susurró al oído, como respondiendo a su pensamiento: -Vete en hora buena a comulgar mañana por la mañana, sin confesarte y queda tranquilo. El clérigo obedeció y desde aquel día, no padeció más de escrúpulos. Pero no sólo durante el 1861 sucedieron maravillas parecidas a éstas; toda su vida estuvo entretejida de hechos prodigiosos semejantes. Don Joaquín Berto escribió la siguiente página: <>Como todos sabíamos por experiencia que él poseía luces sobrenaturales, obedecían ciegamente a una señal o a una palabra suya. De esta manera lograba librar de escrúpulos a muchos jovencitos. Si a lo largo del día se encontraba con alguno de ellos, le decía al oído: -Te mandé esta mañana a comulgar sin confesarte porque vi que tu conciencia estaba limpia. O bien: -Lo que querías confesar no es pecado. >>Yo mismo soy testigo personal de estos hechos, pues los he experimentado varias veces y los oí contar a algunos compañeros míos, cuyo nombre callo por prudencia>>. Más de uno puede preguntarnos al llegar a este punto, si todos (**Es6.347**))
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