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((**Es5.86**)((**It5.104**)) CAPITULO XI JUAN CAGLIERO GRAVEMENTE ENFERMO -VISION PROFETICA -CONVALECENCIA, RECAIDA, CURACION -CAGLIERO TOMA LOS HABITOS -CONSECUENCIAS Y PRUEBAS DE LA PROFECIA LA Santísima Virgen daba una prueba más de su protección y satisfacción por cuanto se realizaba en el Oratorio, con la curación del alumno Juan Cagliero. <>. Expliquemos el hecho con sus pormenores. Un día, a finales del mes de agosto, Juan Cagliero volvió a casa, agotado por el trabajo de la asistencia a los enfermos del lazareto; sentíase mal y tuvo que acostarse. Don Bosco, que lo quería como un padre, hizo que le dispensaran todos los cuidados posibles para salvarle de las terribles fiebres tifoideas que lo martirizaron durante casi dos meses; pero inútilmente. Teniendo en cuenta la gravedad de la enfermedad, pocos días después de ponerse en cama, Cagliero confesó y recibió la sagrada comunión. Pero las fiebres se agravaron ((**It5.105**)) tanto que, al cabo de un mes, se hallaba en las últimas. Don Bosco había asegurado que ninguno de los suyos moriría del cólera, con tal de que se mantuvieran en gracia de Dios. Cagliero, que contaba dieciséis años, confiaba totalmente en las palabras de don Bosco; pero la cuestión estaba en que su caso no era el del cólera. En el Oratorio todos temían que de un día a otro pasara a la eternidad; sin embargo, él estaba tranquilo. Dos famosos médicos de Turín, Galvagno y Belingeri, confirmaron, tras la consulta, que el caso era desesperado, y recomendaron a don Bosco que le administrase los últimos sacramentos, porque no llegaría al día siguiente. El clérigo Buzzetti comunicó a Cagliero el peligro en que se encontraba, y le (**Es5.86**))
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