Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es4.386**) -Quemándolos, creo que ya no serán ocasión de que mi alma arda en el infierno. Guardaba también algunas cartas de los antiguos compañeros, en las que le daban malos consejos, y las hizo pedacitos. Se entregó después con todo afán a los estudios, y escribió sobre la cubierta de los libros los recuerdos de su madre, huye del ocio y de los malos compañeros. Por año nuevo mandó a su padre una carta de felicitación que le consoló mucho al ver que su hijo volvía a los mismos pensamientos que durante tanto tiempo había alimentado. Así pasó los años de su bachillerato. ((**It4.503**)) Recordando que también en la casa paterna había libros y periódicos malos, Juan escribió tantas cartas a su padre; supo, sobre todo, complacerle tanto durante las vacaciones; le hizo tantas promesas, que le convenció para que se deshiciera de todo. Más aún, con frívolos pretextos, el padre comía carne en los días de vigilia. Juan, con su comportamiento, con sus palabras, contando ejemplos y con humildes solicitudes al padre, logró hacerle cambiar y le indujo a guardar los días de vigilia señalados por la Iglesia, como debe hacer todo buen cristiano. La educación dada por don Bosco produjo muchas veces transformaciones semejantes. (**Es4.386**))
<Anterior: 4. 385><Siguiente: 4. 387>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com