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((**Es4.212**) juventud sólidamente cristiana, no faltaron los coros de voces juveniles; la representación escénica de diálogos; un decorado modesto realizado con verdadera maestría; un globo aerostático, cohetes y fuegos artificiales que cerraron la amena jornada. La alegría, el gozo, la serenidad brillaba en el rostro de los numerosos muchachos, que con pena dejaban el festivo lugar. Era la fiesta de más de 1.500 muchachos que, entre cordiales y religiosos vítores que escapaban de sus corazones unidos, pendían de los labios de su querido padre. Para la magnificencia de esta solemnidad faltaba una iglesia mayor, ya que dos tercios de los asistentes hubieron de quedarse fuera, por la angostura del presente edificio; pero se llena el alma de gozo al ver cómo la divina Providencia parece ((**It4.270**)) preparar los medios para una nueva iglesia más adecuada para el culto divino y más adaptada a las necesidades presentes>>. Queremos recordar todavía que el clérigo Reviglio, sugerido por don Bosco, había colocado en el balcón tres barriles llenos de agua, en cada uno de los cuales había echado cierta materia colorante. Partían de ellos tres canalitos, que bajaban hasta el patio, pasaban bajo tierra y llegaban hasta un estanque. Por la tarde brotaron de repente los tres chorros a tres colores con gran sorpresa e inmensa alegría de los muchachos. Bastaba poco para contentarles. Poco después de esta fiesta iba don Bosco a San Ignacio, junto a Lanzo, para hacer los Ejercicios, en los que el teólogo Gastaldi predicaba las instrucciones y el Padre Molina di Calvarista las meditaciones. Es José Brosio quien nos cuenta esta excursión en los siguientes términos: <>Aunque esto me haya gustado, pues supongo que los padres de dicho joven no se encuentran en grave necesidad, y porque así me queda un puesto para otro de los muchos peticionarios, me ha sabido mal, porque el muchacho, después de muchos cuidados, había mejorado bastante en su conducta y sobre todo en el trabajo. >>Usted, el señor Chiusano y yo, hemos hecho todo lo que hemos podido; que continúe el Señor lo que nosotros hemos intentado hacer... >>Salúdeme cariñosamente a su primo Miguel Chiusano, a los de su casa, también de parte de los de nuestro Oratorio, y quiérame en el Señor, mientras me profeso, etc. (**Es4.212**))
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