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((**Es3.136**) adelanten o para pasar vosotros delante de los demás.-8. El confesor es el amigo de vuestra alma y, por tanto, os recomiendo tengáis con él plena confianza. Decidle todos los pecados del corazón y estad persuadidos de que no puede revelar absolutamente nada de lo oído en confesión. Más aún, no puede ni siquiera pensar en ello. En las cosas de grave importancia, como sería la elección de estado, consultad siempre con vuestro confesor. Dice el Señor que el que escucha la voz del confesor escucha a Dios mismo. Qui vos audit, me audit.-9. Terminada la confesión, retiraos aparte y, con el mismo recogimiento, haced la acción de gracias. Si tenéis consentimiento del confesor, preparaos para la comunión.-10. Después de la comunión, entreteneos, al menos durante un cuarto de hora, dando gracias; sería gravísima irreverencia, si a los pocos minutos de haber recibido el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, se saliera de la iglesia y se pusiera a reír y charlar, escupir ((**It3.164**)) o mirar acá y allá por la iglesia.-11. Haced por retener en la memoria, de una confesión a otra, los consejos que os dio el confesor y procurad ponerlos en práctica.-12. Otra cosa atañe a la comunión y es: después de la acción de gracias, pedid siempre a Dios la de poder recibir con las debidas disposiciones el santo Viático antes de morir. (**Es3.136**))
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