Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es2.192**) aquellos animales ya se habían convertido en corderos. A este punto llegaron algunos pastorcillos para custodiarlos, pero estaban poco tiempo y se marchaban. Entonces sucedió algo maravilloso: no pocos de los corderos se convertían en pastores, que crecían y se cuidaban del rebaño. Como aumentaba mucho el número de pastores, fueron dividiéndose y marchando a diferentes pastos, para recoger otros animales de otro origen y guiarlos a otros apriscos. >>Yo quería marcharme de allí, porque me pareció que era hora ya de celebrar misa, pero la pastora me invitó a mirar hacia el mediodía. Miré y vi un campo sembrado de maíz, patatas, coles, remolachas, lechugas y muchas otras verduras. >>-Mira de nuevo, me dijo. >>Miré otra vez. Entonces vi una iglesia alta y grandiosa. Un coro orquestal, música instrumental y vocal me invitaban a cantar la misa. En el interior de la iglesia había una franja blanca en la que estaba escrito con caracteres cubitales: HIC DOMUS MEA, INDE GLORIA MEA (ESTA ES MI CASA, DE AQUI SALDRA MI GLORIA). >>Siempre en sueños, ((**It2.245**)) pregunté a la pastora que en dónde me encontraba; qué querían decir aquel andar y detenerse, aquella casa, una iglesia y después otra iglesia. >>-Todo lo comprenderás cuando con los ojos materiales veas realizado lo que ahora contemplas con los ojos del entendimiento. >>Y como me pareciera que estaba despierto, dije: >>-Yo veo claro y veo con los ojos materiales. Sé a dónde voy y qué hago. >>En aquel momento sonó la campana del avemaría en la iglesia de San Francisco de Asís y me desperté. >>Esto duró casi toda la noche; lo acompañaron muchas circunstancias. Entonces entendí poco de su significado, porque no le daba gran crédito; pero comprendí poco a poco las cosas, según se iban realizando. Más tarde me sirvió, juntamente con otro nuevo sueño, de programa en mis decisiones, en el Refugio>>. Así pues, el segundo domingo de octubre, dedicado a la Maternidad de María, don Bosco comunicó a sus jovencitos el traslado del Oratorio junto al Refugio. Al primer momento se asustaron un poco, pero cuando les dijo que allí les aguardaba un San Francisco más grande, más hermoso, más cómodo, y que allí podrían cantar, correr, saltar y divertirse a su gusto, quedaron contentos, y aguardaban con impaciencia el domingo siguiente para contemplar las novedades que se iban imaginando. Les advirtió, además, que por (**Es2.192**))
<Anterior: 2. 191><Siguiente: 2. 193>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com