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((**Es18.329**) intrigas mujeriles, organizada alrededor del confesonario, había levantado contra don Francisco Dalmazzo acusaciones que determinaron a la Autoridad Eclesiástica a adoptar aquella grave disposición. Podríamos nosotros imaginarnos a don Bosco angustiado con una gran tristeza ante un caso, tanto más doloroso cuanto menos esperado. En cambio, como le viera el coadjutor Enría en el paseo de la tarde, más alegre que en días anteriores, díjole con la confianza que le inspiraba su gran bondad. -Don Bosco, hoy está más contento que de costumbre. A lo que él respondió: -Y, sin embargo, hoy he recibido el mayor disgusto de toda mi vida 1. Este testimonio del coadjutor, prestado como los precedentes en el proceso ordinario 2, fue confirmado por don Julio Barberis, quien atestiguó ante el mismo tribunal 3: -<>. También él admiró su tranquila resignación ante un dolor tan grande. ((**It18.377**)) Aquella calma tan serena, que nunca lo abandonaba en medio de sus penas físicas y morales, veníale de lo alto. En Lanzo se abrió un portillo que permitió descubrir el manantial sobrehumano de aquella su mística paz. Sor Felicidad Torretta, hija de María Auxiliadora, fue nombrada directora del asilo del Lingotto en Turín; y, antes de partir para su residencia, pasó por Lanzo para recibir la bendición del Siervo de Dios. Eran las dos de la tarde de un día de agosto, cuando entró en la antesala, para esperar ser recibida. Como no encontró a don Carlos Viglietti, se dirigió directamente a la habitación de don Bosco. La puerta estaba abierta de par en par... íY nunca lo hubiera dicho! Vio a don Bosco en éxtasis, en la actitud de una persona que escucha. La fisonomía absorta, una sonrisa suave y tranquila, los brazos levantados hacia arriba y el repetido ademán de afirmación con la cabeza, decían claramente que sostenía algún coloquio con un ser sobrenatural. Parecía más alto que de costumbre. Ante aquella situación, sor Felididad se adelantó y, al llegar a dos pasos de él, le dijo: -íViva Jesús! Padre, >>da usted su permiso? 1 Summ. sup. virt., XI, & 36 (testigo don Luis Piscetta). 2 Summ. Véase también Summ. del proceso apostólico, pág. 790 (testigo don Luis Piscetta). 3 Núm. XIV, De heroica fortitudine, pág. 664. (**Es18.329**))
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