Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es18.304**) Según el primitivo proyecto, la iglesia debería haber medido cuarenta metros de larga; él añadió veintiocho, imponiéndose al arquitecto, el cual protestaba 1. Mide treinta metros de ancha. Tiene planta de cruz latina. La clásica majestad y elegancia del estilo de Bramante, que la caracteriza, hacen de ella un edificio digno de figurar allí donde la arquitectura sagrada ha creado milagros de arte a través de los siglos. La fachada es de travertino puro de Tívoli. La adornan cuatro estatuas de mármol muy bien esculpidas: san Francisco de Sales, san Agustín y dos ángeles adorando la Cruz, que extiende soberanamente sus brazos a lo alto. En la parte baja se abren tres puertas, meritoria labor de los aprendices del Oratorio. En el centro hay tres espléndidos mosaicos, que representan al Sagrado Corazón de Jesús, a san José y a san Francisco de Sales. Completan la decoración unas columnas de granito negro de Balma y otras finísimas labores de cincel. El interior tiene tres naves, divididas por columnas de granito pulido y sólidas pilastras. Todo el espacio presenta un conjunto tan armónico, que embelesa inmediatamente la mirada del visitante y arrebata el espíritu elevando la mente a Dios. Omitimos hablar del decorado de segundo orden, grabados, ménsulas y molduras acoplados a la arquitectura con perfección y gracia; sólo nos detendremos en la decoración pictórica. Se trata de ciento cincuenta cuadros entre grandes y pequeños, ((**It18.348**)) a más de las pinturas de la cúpula. Esta es obra del delicado pincel de Virginio Monti, que también pintó los majestuosos cuadros de la bóveda, los cuatro Evangelistas en los arcos de la nave transversal y los noventa cuadros más pequeños que adornan las dos naves laterales. Pero su obra maestra es la cúpula, donde representó la glorificación del Sagrado Corazón. El Salvador, preciosa figura por su delicadeza, por su aspecto y por la realidad de su movimiento, muestra su corazón inflamado a las dos santas Vírgenes Margarita Alacoque y Catalina de Racconigi, que le contemplan estáticas. Rodean el grupo numerosos ángeles, que llevan los emblemas de la Pasión, las azucenas de la pureza, o se inclinan en actitud de adoración, y serafines que entonan himnos al Sagrado Corazón con instrumentos musicales. Alrededor, absortos en contemplación, se ve a san Francisco de Sales, a quien unos ángeles presentan las obras que él escribió; a santa Teresa, 1 A esta prolongación se debe el amplio coro, querido por don Bosco, para que, si con el andar de los tiempos y en fuerza de los acontecimientos, se hubiera privado a los Salesianos de la parroquia, se habría podido aislar esta parte y convertirla en una capilla de orden interior. Esto sería siempre posible porque es un cuerpo de edificación levantado sobre terreno perteneciente a la Congregación. (**Es18.304**))
<Anterior: 18. 303><Siguiente: 18. 305>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com