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((**Es18.106**) notarial por la cual le concedían la propiedad de la montaña y ponían en sus manos los documentos concernientes. El documento de cesión había sido escrito y adornado por un calígrafo de fama 1. Se lo presentó, en nombre de la comisión, el Presidente de la Sociedad de San Vicente de Paúl con estas palabras: -Para perpetuar el recuerdo de vuestra venida a esta ciudad, se han reunido los señores aquí presentes y, de común acuerdo, han determinado cederos la propiedad del monte Tibidabo, a fin de que en su cima, que amenazaba convertirse en un semillero de irreligión, se levante un santuario al Sagrado Corazón de Jesús, para mantener firme e indestructible la religión que, con tanto celo y ejemplo, nos habéis predicado y que es noble herencia de nuestros padres. Entonces don Bosco, profundamente conmovido, respondió: -Estoy confundido ante la nueva e inesperada prueba que me dais de vuestra religiosidad y piedad. Os lo agradezco; pero sabed que en este instante, sois instrumentos de la divina Providencia. Al salir de Turín para venir a España, iba pensando en mi interior: Ahora que está casi terminada la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en Roma, hay que estudiar la manera de promover cada vez más la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Y una voz interior me tranquilizaba asegurándome que encontraría los medios ((**It18.114**)) para cumplir mi deseo. Esta voz me repetía: Tibi dabo, tibi dabo! (Te daré, te daré). Sí, señores; vosotros sois los instrumentos de la divina Providencia. Con vuestra ayuda, surgirá pronto sobre este monte un santuario dedicado al Sagrado Corazón de Jesús; en él tendrán todos comodidad para acercarse a los santos sacramentos y se recordará por siempre vuestra caridad y la fe, de la que me habéis dado tantas y tan hermosas pruebas. Aquellas palabras estaban llenas de emoción y conmovieron a todos los que las oyeron. Después de bendecir a la multitud, acompañáronle a la sacristía, donde firmó en el registro destinado a recoger las firmas de los renombrados visitantes del Santuario 2. Salió del sagrado lugar, consciente de haberse comprometido a una empresa cuya ejecución no podría ver ni siquiera en sus principios; pero, en la primera reunión capitular, que se convocó a la vuelta de su viaje el día veintiséis de mayo, dio a entender cuánto empeño tenía en ella. 1 Ap., Doc. núm. 17. 2 En la iglesia de la Merced, a la izquierda del altar dedicado a Santa ría de Cervelló, erigido en la nave derecha del crucero, hay una lápida de mármol con una inscripción latina que recuerda el hecho de la donación allí ocurrido. (**Es18.106**))
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