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((**Es17.475**) entonces su cuerpo desfallecido, con la misma caridad con la que en todo tiempo había sostenido su Obra. Por su parte, el denodado Director de la Unit… Cattolica manifestaba de palabra y con los hechos el cariño que hacía tantos años le unía al Santo. Una de aquellas veces, en el primer encuentro, le besó la mano en presencia de don Francisco Cerruti, que, enternecido ante aquella demostración de respeto, se acercó a él, mientras don Bosco iba a sentarse lejos de la ventana, porque la luz le dañaba los ojos, y le dijo: -Señor teólogo, personalmente y en nombre de los Salesianos, le agradezco el afecto que demuestra a don Bosco. Y aquél respondió: ->>Es posible conocer a este hombre y no quererle? Aquella tarde llegó a Valsálice el pintor Rollini. Con una pequeña fotografía, recibida de América con monseñor Cagliero en medio de sus primeros bautizados, dos guapos muchachos patagones auténticos, había logrado una pintura muy interesante y se la llevaba a don Bosco. El buen Padre gozaba mirando y enseñando las queridas primicias cosechadas por su gran hijo en la tierra de sus sueños. ((**It17.553**)) NIZZA MONFERRATO Don Bosco y su Capítulo seguían cuidándose directamente de los intereses materiales de las Hijas de María Auxiliadora. En la sesión del día veinte de marzo de presentó una comunicación del médico de Nizza, que ponía de relieve las condiciones antihigiénicas de los dormitorios en la casa madre; por lo cual, se autorizó en seguida a las Hermanas para hacer obras y airearlos suficientemente. El día cinco de junio, con el beneplácito de don Bosco, se tomó en consideración la propuesta de don Juan Bonetti, su director general después de la partida de monseñor Cagliero, según la cual, para dar cabida al creciente número de postulantas y de novicias, era necesario construir nuevos locales, y, puesto que el médico protestaba contra el excesivo hacinamiento, el día veintidós de aquel mismo mes el ecónomo, don Antonio Sala, presentó los planos para levantar un piso sobre la casa, al que los Capitulares, con el consentimiento de don Bosco, dieron voto favorable. El año 1885 ha quedado inolvidablemente marcado en los anales del Instituto, porque el santo Fundador hizo en él su última aparición. (**Es17.475**))
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