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((**Es17.419**) cerró los ojos, una representación de la fantasía lo tuvo ocupado hasta el amanecer. -No sé, dijo a la mañana siguiente, hablando con algunos Salesianos, si estaba despierto o dormido, pues me parecía estar en contacto con la realidad. ((**It17.487**)) Le pareció salir del Oratorio, con su madre y con su hermano José, encaminándose hacia la calle Dora Grossa, hoy Garibaldi, dirigiéndose después a San Felipe, donde entraron para rezar. A la salida le aguardaba una gran muchedumbre de gente y cada uno de los presentes le invitaba a que pasase a su casa; pero él les decía que no podía, porque tenía que hacer algunas visitas. Un buen obrero, que descollaba entre todos, le dijo: -Pero deténgase un momento a hacer la primera visita en mi casa. Don Bosco accedió. Después continuaron el camino en compañía de aquel obrero hacia el Po. Al llegar cerca de la gran plaza de Víctor Manuel, vio en una plazuela próxima un grupo de niñas que se divertían y el obrero, señalándole el lugar: -He aquí, le dijo, que en estos terrenos usted tiene que fundar un Oratorio. -íOh, por caridad!, exclamó don Bosco. No me diga eso. Tenemos ya demasiados Oratorios, tantos que no podemos proveerlos de personal. -Pues, aquí se necesita un Oratorio para las niñas. Para ellas hay solamente oratorios privados, pero un verdadero oratorio público hasta ahora no se ha visto. Continuando el camino hacia el Po, junto a los soportales de la plaza, a mano derecha, he aquí que todas aquellas niñas, suspendiendo los juegos se agruparon en torno de él gritando: -íOh, don Bosco, acójanos en un Oratorio! Nosotras estamos en las manos del demonio que hace de nosotras lo que quiere. íVamos! Socórranos; abra también para nosotras una arca de salvación, abra un Oratorio. -Pero, hijas mías, mirad, ahora no puedo; me encuentro en una edad en la que no me es posible ocuparme de semejantes cosas... Pero, rezad al Señor, sí, rezad y El proveerá. -Sí, rezaremos, rezaremos, pero usted debe ayudarnos, cobíjenos bajo el manto de María Auxiliadora. -Sí, rezad. Pero decidme, >>cómo queréis que yo haga para abrir aquí un Oratorio? -Mire, don Bosco, dijo la que parecía más decidida: >>ve esta calle (**Es17.419**))
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