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((**Es16.504**) porque estas cosas superan la capacidad del entendimiento humano, y ya no podemos penetrar en ellas; sólo decimos con Santa Magdalena de Pazzi, que lo vio glorioso en el cielo y exclamó: Luis es un gran santo; yo no me imaginaba que hubiese tanta gloria en el paraíso; id por el mundo y decid a todos que Luis es un gran santo. >>Os gusta, queridos jóvenes, la muerte de Luis? Sin duda que sí; si os gusta su muerte gloriosa, imitad sus virtudes y seréis santos como él; pues, si Luis, en la edad en que estáis vosotros, en las mismas ocupaciones que vosotros, en los mismos y mayores peligros en que nos encontramos nosotros, sin embargo, se hizo santo; >>por qué no lo podemos lograr también nosotros? >>Y cómo alcanzarlo? Hay que pedir a San Luis que nos ayude a seguirlo en sus virtudes; y lo que muy particularmente debéis pedirle es la fuga de los malos compañeros; tenedlo muy en cuenta, la fuga de los malos compañeros; si Luis no hubiese dejado los compañeros malos y no hubiese seguido los buenos, a mi entender, no sería un San Luis y quién sabe si se habría salvado. Por tanto, a partir de esta misma tarde, decíd también vosotros: me gusta la santa muerte de Luis, pero no puedo tener una muerte semejante sin huir de los malos compañeros; por consiguiente, quiero huir de todos ellos en adelante. Aquel compañero, ((**It16.613**)) que está con poca devoción en la iglesia, que habla, ríe, se divierte y causa molestia, ése me impide tener la muerte de San Luis; por consiguiente, no lo quiero a mi lado; aquel compañero, que desprecia por las calles a los otros con palabras y con hechos; aquel compañero que quiere tener malas conversaciones, que dice mentiras, es desobediente, va de mala gana a la iglesia, a la escuela, a las devociones, que se acerca pocas veces y distraídamente a los santos sacramentos; íésos!, decidlo en seguida, ésos me impiden tener una muerte como la de San Luis; por tanto, todos lejos de mí; no los quiero, y, como importa mucho hacer esto, debemos tener especial devoción a San Luis para que nos lo obtenga de Dios. Sed verdaderamente devotos de este Santo, que es propiamente protector de la edad juvenil en que estáis; tened como máxima constante la de no terminar vuestras oraciones de la mañana y de la noche sin añadir un padrenuestro y un gloriapatri a San Luis. A lo largo del día, elevad alguna vez vuestro corazón al cielo y exclamad: -íLuis, hacedme santo, haced que yo también pueda tener una muerte semejante a la vuestra! >>Lo haréis así de veras? >>Lo prometéis de corazón? Venid, pues, todos conmigo, postrémonos a sus pies y recémosle así: 2 Carta del Prepósito General de los Rosminianos En torno a una visita de don Bosco a Rosmini en Stresa, narrada en el Volumen IV de las Memorias Biográficas, no será posible al historiador ignorar una carta del padre Balsari, Prepósito General de los Rosminianos. A quién y por qué fue escrita la carta, está consignado en la misma. El padre General la envió en 1923; pero nosotros hemos recibido una copia de la misma con su firma auténtica recientemente. Fue enviada en 1922 a un periódico de Turín, editado por Berruti, que no la publicó. AL ILUSTRE SEÑOR DIRECTOR DE LA Scuola dei Fatti, TURIN Envío por giro postal diez liras para renovar la suscripción a la Scuola dei Fatti correspondiente al año 1923. Y, al mismo tiempo, le escribo para anotar lo que sigue. (**Es16.504**))
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