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((**Es16.334**) afirmación tan precisa y detallada como él: una visión tan clara y exacta de aquellos lugares es debida, sin duda, a un poder que sobrepasa los límites humanos. Que, en efecto, entonces se ignorase la existencia de tantas sinuosidades y de tantos extensísimos valles lo proclaman los mapas de aquella época: es el argumento más convincente. A los canales patagónicos, por ejemplo, se habían hecho numerosas expediciones hidrográficas, debidas a los célebres expedicionarios de los buques ingleses <> y <>, al mando de Parker King y de Fitz Roy, entre el 1826 y el 1836, hasta llegar a las de los chilenos Simpson, Valverde, Roguera y Serrano en los años comprendidos entre el 1874 y 1889; pues bien, a excepción de un pequeño trecho seguido por los vapores de gran tonelaje, que desde Puerto Montt se dirigían al Estrecho de Magallanes a través de una intrincada red de islas y canales, casi toda la costa externa del Occidente de la Cordillera Patagónica estaba envuelta en el más profundo misterio. Un hecho elocuente lo confirma. El canal Baker, el más grande y más extenso de los fiordos patagónicos, cuyas ramificaciones continentales formadas por profundas depresiones, valles y cuencas lacustres, cortan la Cordillera patagónica entre los grados 46 y el 52 de latitud Sur, no llegó a conocimiento del mundo, sino hasta el 1898, después de los viajes de exploración realizados por el célebre explorador y geógrafo Juan Steffen, cuando se organizaron respectivamente en Chile y Argentina viajes científicos para determinar los límites de las Cordillera de los Andes. En segundo lugar, don Bosco describe ferrocarriles fantásticos donde ((**It16.397**)) entonces reinaban el desierto y la soledad. Hoy las redes ferroviarias en las repúblicas del Centro y de Sud-América han alcanzado un desarrollo prodigioso y atraviesan ya por muchos puntos de Cordillera de los Andes. Algunas líneas fueron construidas a lo largo de la Cadena Andina y no está muy lejano el día, en el que, convirtiéndose en realidad el sueño de nuestro Santo, estas líneas lleguen a unir el Norte de América con el Estrecho de Magallanes, atravesando toda la Patagonia. En tercer lugar, don Bosco asegura que yacimientos de carbón mineral, de petróleo, de plomo y de metales aun más preciosos están escondidos en las entrañas de aquellas montañas, colocados allí por la mano del Creador Omnipotente en beneficio de los hombres. >>Quién ignora que, de año en año, se están descubriendo continuamente nuevos depósitos de minerales en toda la zona de la cordillera y a lo largo de la costa atlántica? (**Es16.334**))
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