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((**Es16.256**) -íPapá, papá! Era inútil. Entonces don Bosco le dijo: ->>Lo ve? Usted no quería ir con don Bosco y ahora se ve obligado a ello. El joven, desconsolado, rompió a llorar. -Vamos, le dijo don Bosco, cálmese. En la primera estación bajará y aguardará a su padre. Don Santiago Costamagna le telegrafiará que usted lo espera allí y, cuando él llegue en el tren siguiente, volverán a encontrarse. Y así lo hicieron. Después de Bolonia, en la subida de los Apeninos, sufrió una avería la locomotora ((**It16.302**)) y se paró en medio de un túnel, obligando a esperar hasta las once de la noche a que llegara otra. Don Bosco, que se quedó solo en el departamento con don Santiago Costamagna, le contó, desahogando su corazón, lo mucho que había sufrido en las cuestiones con monseñor Gastaldi y la violencia que había tenido que hacerse para llevar a cabo la última conciliación ordenada por el Papa 1. -íTambién el Papa, exclamó, quiso cargar su mano sobre los hombros de don Bosco! Decía don Santiago Costamagna, al narrar estas cosas, que don Bosco le desahogaba su corazón, de la misma manera que podrían haberlo hecho san Felipe Neri, san Alfonso de Ligorio y san Francisco de Sales. Cuando el tren reemprendió la marcha, paró en la primera estación y los viajeros bajaron para respirar un rato el aire libre. En aquel momento, un señor francés, admirador de don Bosco, pero que nunca lo había visto, hablaba de él en voz alta en un corro y decía que iba a Roma y que, a la vuelta, pasaría por Turín para verle, ya que en París le había sido imposible lograrlo. Don Santiago Costamagna, que lo estaba oyendo, le dijo: -Si desea ver a don Bosco, no necesita ir tan lejos; íaquí lo tiene usted! Aquel señor se acercó a don Bosco y, como fuera de sí, se arrodilló a sus pies, sin preocuparse de la gente que lo miraba, le agarró la mano y no cesaba de besársela; su satisfacción lo arrebataba. Llegó el Santo a Pistoya, bendijo al enfermo y, sin detenerse más de lo necesario, se apresuró a volver. En la estación de Piacenza, subieron tres viajeros; un clérigo, que, 1 Véase vol. XV, cap. VIII. (**Es16.256**))
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