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((**Es15.614**) Postrado en espíritu para besar el Sagrado Pie, imploro la bendición apostólica y me confieso con profunda veneración De Vuestra Santidad, Turín, 12 de noviembre de 1881. Muy humilde y obediente hijo, LUIS FIORE, Pbro. 22 Carta de don Juan Bonetti al Cardenal Nina Eminencia Reverendísima: Casi en vísperas de la resolución de mi causa con el reverendísimo Arzobispo de Turín, permita, Eminencia Reverendísima, que presente humildemente algunas consideraciones al alto juicio de la Sagrada Congregación, que tan dignamente preside. Las presento solamente en razón de que no pueda decirme después a mí mismo que no hice todo lo que creía ser de mi obligación respecto a esta dolorosa cuestión. Vuestra Eminencia y los sapientísimos Padres harán de ello el caso que crean ante el Señor, ya que a ellos me someto totalmente y me coloco en sus brazos. I. Desde el principio, el Arzobispo no solamente me limitó la jurisdicción para Chieri, sino que me la quitó para toda la diócesis. De ahí, mi muerte civil, religiosa y eclesiástica, porque esa suspensión total me ha hecho pasar por culpable de graves delitos ante el pueblo, ante mis hermanos, ante el clero. II. La restricción parcial, inmediatamente seguida a la total suspensión, me parece que equivale en este caso a la misma suspensión; está estrechamente ligada con ella y, a la par, ((**It15.718**)) de ella produce el pésimo efecto de mi deshonor no merecido por ninguna culpa canónica. III. Si yo no necesito por ahora de la jurisdicción ni aún para Chieri con el fin de vivir la vida material, la necesito en cambio para vivir la vida civil, esto es, para volver al honor sacerdotal que se me ha quitado con la suspensión total no justificada. IV. Si no se me restituye totalmente la jurisdicción, >>entonces de qué manera podrá ser reparada mi fama? >>Acaso es justo que, sin culpa alguna, deba yo continuar siendo considerado por los fieles como un sacerdote religioso indigno, con gran escándalo de las almas? >>Es acaso justo que la Congregación Salesiana, que atiende con todas sus fuerzas a hacer el mayor bien posible en el mundo, se vea ella también deshonrada, y reciba una recompensa semejante? >>Qué pensarán los padres y madres de familia de la ciudad de Chieri, cuando sepan que el sacerdote salesiano, enviado para instruir a sus hijas mereció ser castigado de tal modo? >>No sería éste un golpe fatal para una Obra que ya hizo tanto bien con el único fin de alcanzar la gloria de Dios? V. También la Congregación Salesiana, de la que formo parte y en nombre de la cual yo actuaba, necesita me sea devuelto el honor, porque, de otro modo, encontraría ella también en su miembro una mancha inmerecida, y se desacreditaría mucho con ello, especialmente en estos tristísimos tiempos, en los que necesita toda suerte de apoyo para hacer el bien en medio del pueblo. (**Es15.614**))
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