Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es15.595**) todo lo que nos sobra, tendremos, sin duda, los medios necesarios para acabar nuestra obra. Diréis: ->>Hay obligación de entregar todo lo superfluo para buenas obras? -No puedo daros otra respuesta, distinta de la que el divino Salvador, nos da: Dad lo superfluo. El no quiso fijar límites y yo no me atrevo a cambiar su doctrina. Solamente os diré que nuestro Señor, temiendo que los cristianos no comprendieran bien estas palabras y que no les dieran demasiada importancia, añadió que es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que un rico se salve. Es decir, que es preciso un milagro y un milagro muy grande -dice san Agustín- para que se salve un rico, si no hace buen uso de sus riquezas, dando lo superfluo a los pobres. Entremos pues, en nuestras casas y fácilmente encontraremos algo superfluo en vestidos, muebles, comida, viajes, gastos, dinero y en otras muchas cosas que acaso no sean necesarias. Hay aún otro medio para ayudar a los pobres y es el de constituirnos en Limosneros y Limosneras, haciendo conocer a nuestros parientes y amigos la importancia de dar limosna. Es Dios quien nos dice: Dad y se os dará. Date et dabitur vobis. >>Queréis gracias y borrar los pecados del alma? Haced limosna. Eleemosyna est quae purgat peccata. >>Queréis aseguraros la misericordia de Dios? Haced limosna. Facit invenire misericordiam. >>Queremos asegurarnos la felicidad eterna del ((**It15.695**)) Paraíso? Eleemosyna est quaefacit invenire misericordiam et vitam aeternam. Dios nos promete el céntuplo de todas nuestras buenas obras; Dios mantendrá su palabra, ya sea mediante una gran abundancia de gracias temporales, ya espirituales. >>Pero qué será lo que ganaremos en la otra vida, haciendo limosna? Se disfrutará de una dicha eterna; y las almas que hayamos cuidado, asilado en el orfanato, vestido, alimentado, serán grandes protectoras ante Dios en el momento en que nos presentemos ante su tribunal, para darle cuenta de nuestras acciones a lo largo de la vida. Pero no quiero entrar aquí en elucubraciones morales, pues Su Excelencia, el Arzobispo de Aix, que se ha dignado presidir nuestra reunión, tendrá a bien decirnos unas palabras paternales, que nos sirvan de guía para la dicha espiritual y temporal. 5 (El original en francés) Versos del doctor D'Espiney Señoras, querría contaros una historia breve, en pocas palabras, pero, podéis creerme, interesante. Erase un sacerdote que, un día, se sintió traspasado de este extraño amor. Flecha divina en el corazón, herida sagrada, que, nos da la medida, de la dicha celeste. Se hizo padre y madre, estrechando contra su seno, al muchacho abandonado que andaba a la ventura por la vida y, en un enorme impulso de suprema caridad, no teniendo nada que dar, se dio a sí mismo. Señoras, el buen Dios, con su brazo omnipotente, sostiene siempre a quien protege al niño; el Espíritu Santo le concede ampliamente su luz (**Es15.595**))
<Anterior: 15. 594><Siguiente: 15. 596>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com