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((**Es15.302**) y se reunían en la ciudad comicios políticos. Los sacerdotes, pues, temiendo que los alborotadores tomaran pretexto de ello para provocar tumultos contra los huéspedes, recibidos con poca simpatía, intentaron disuadir a don Bosco de que diera la conferencia. Pero él, firme en su idea, dijo ((**It15.345**)) y repitió que quería hablarles. -Queremos, decía, que todos sepan de qué se trata y no crean que maquinamos contra nadie o que venimos con intenciones aviesas. En vista de su decisión empezaron a discutir qué iglesia elegirían. Después de dejarlos hablar un poco, interrumpió don Bosco: -Vamos a la ciudad a visitar al Obispo, se lo preguntaremos a él y nos pondremos de acuerdo. Se eligió la iglesia parroquial de los Siervos, una de las mayores y más concurridas de Faenza. El día 14, domingo, don Bosco celebró en la catedral, en el altar de Nuestra Señora de las Gracias, cuya fiesta se celebraba aquel día. Asistieron a ella los seminaristas mayores. Al llegar la comunión, se dio cuenta de que algunas personas querían comulgar y sacó del copón la hostia grande, en él depositada para la exposición, la dividió en partículas y pudieron comulgar todos ellos, que eran ocho. Después de la misa pasó al seminario. íQué alegría la de aquellos seminaristas! Habían oído muchas veces a don Pablo Taroni hablar de él, de sus virtudes, de sus prodigios, de sus obras... y he aquí que lo tenían entre ellos. Le recibieron en el patio, bajo un gran pórtico. El Beato se acercó a paso lento y, paseando sobre ellos su mirada, les dijo: -íOs quiero mucho! Le llevaron al salón y habló. Repitió que los quería desde hacía mucho tiempo, que había hablado muchas veces de ellos, que había rezado mucho por ellos, que había deseado mucho verlos, que ahora los estaba viendo y que estaba muy contento. Preguntó al Rector si irían a sus casas para las vacaciones y, al oír que no, añadió: -íQué afortunados! Y contó lo que le había ocurrido a un alumno suyo, de doce años, el cual fue una vez a vacaciones y no quiso volver nunca más Don Pablo Taroni preguntóle por qué, y respondió: -Si se pudiera ver el alma de los jóvenes que van a casa de vacaciones, se descubriría que muchos parten con alas de paloma y vuelven con cuernos de demonio. De pena decirlo: mas, por desgracia, se va a casa con buenas intenciones y después, después... Pero no hagamos un sermón. A mí no me gusta que ((**It15.346**)) mis hijos vayan a (**Es15.302**))
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