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((**Es14.88**) Instituto, como obra de beneficencia, destinado a muchachos pobres, no estuvo sometido en el pasado al rigor de la ley en cuanto a enseñanza. El gobierno, habida cuenta de que la mayor parte de nuestros alumnos son enviados por diversas Autoridades del Estado, no puso nunca dificultades en cuanto a los Profesores, que prestaban gratuitamente su servicio. Ahora quiere que los docentes, responsables de la clase, estén constantemente en la misma, sin que puedan ser sustituidos por otros. Por tanto, suplico a V. E. tenga a bien hablar con el Ministro de Instrucción Pública para que se digne considerar a nuestros muchachos como sometidos a la autoridad paterna y permitir que los profesores actuales puedan continuar su caritativa enseñanza a los alumnos, o bien, sean admitidos a los respectivos exámenes, aun cuando no haya cumplido todavía la edad reglamentaria. Recomiendo humildemente a la caridad de V. E. a estos pobres hijos del pueblo, a los que me he dedicado totalmente, y espero confiadamente su paternal recomendación ante el Ministro de Instrucción Pública. Tengo el alto honor de poderme profesar, de Vuestra Excelencia. Roma, 15 de marzo de 1879 Su atto. y s. s. JUAN BOSCO, Pbro. El Ministro, por su parte, creyó oportuno recibir estas cartas, porque le parecía mejor partido no proceder por vía oficial y añadió con efusión: -Cuando usted quiera hablarme, no hace falta que pida audiencia; venga y hágase anunciar simplemente; quiero que nos tratemos como amigos. Cuando organice la primera expedición de misioneros, dígamelo y el Gobiérno le ayudará; al menos, se le facilitarán los pasajes. Por último, le dijo algunas cosas para comunicar al Papa, lo que don Bosco prometió cumplir. Al salir del palacio Braschi, sede a la sazón del Ministerio de Gobernación, don Bosco pasó al lado de un corro de diputados, de donde salió un saludo que alguien le dirigió en dialecto piamontés. Poco antes don Joaquín Berto había oído decir en alta voz en una de las salas: -Parece un santo. Aquel tal señor Fiore había indicado a don Bosco al <>, persona muy influyente en el Ministerio, donde era Director General ((**It14.94**)) de las escuelas secundarias. Todos le consideraban como hombre inaccesible a las recomendaciones y pasaba también por muy autoritario; pero don Bosco, que había sido compañero suyo de escuela, fue a verle, confiando en la antigua amistad. Le recibió en seguida y le entretuvo dos horas. Puesto que escribimos principalmente para nuestros Hermanos, que conocen el estilo de don Bosco al describir encuentros de cualquier género, no dejaremos tampoco(**Es14.88**))
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