Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es14.558**) -Padre, tengo una cosa que decirle. Don Bosco pidió que le abrieran paso, para que pudiera adelantarse; se volvió atrás con toda calma entró en la habitación, la recibió, se sentó, díjole a ella que se sentara y, con voz lenta y tranquila, le preguntó qué deseaba. -Padre, le respondió, >>me dará el Señor la salud necesaria para permanecer en la Congregación? Y él contestó: -El Señor os dará salud y santidad. Y como ella no tenía nada más que decirle, el Beato se levantó, la saludó y tranquilamente se dirigió a la estación. En 1919, escribía la Hermana: <>. Sor Ursulina Rinaldi no se resolvía a ingresar en las Hijas de María Auxiliadora. Tenía en el pie derecho un mal rebelde a toda cura. >>Cómo podría llevar la vida ((**It14.655**)) de actividad y movimiento que sostienen las Hermanas? Aconsejáronle que consultara a don Bosco; y ella fue una mañana a la iglesia de María Auxiliadora, entró en la sacristía y vióle confesando a los muchachos. Aguardó a que terminase, después se le acercó y le expuso sus deseos y temores. El la miró y le dijo que necesitaba más energía y una voluntad más resuelta, que su mal era cosa de nada, íque él buscaba buenas hermanas para enviarlas lejos, muy lejos! Después le mandó arrodillarse, rezó con ella el Avemaría y le dio la bendición de María Auxiliadora. Por último, mandóle presentarse a Madre Mazzarello y decirle en su nombre que la aceptara entre las postulantas. Fue admitida en noviembre de 1880 y, desde aquella fecha, no tuvo ninguna molestia más en el pie, no obstante las largas caminatas y duros trabajos. También a sor Jacinta Laureri le ocurrió, siendo novicia, algo semejante por una enfermedad en los ojos, que le dejó sin vista casi la víspera de la profesión. Llegado don Bosco a Nizza en junio de 1880, la Madre Mazzarello le dijo que fuera a él para pedirle la bendición y rogarle que la curara para poder hacer los votos. La novicia obedeció. El Beato, como si no hubiese comprendido, le preguntó con acento de sorpresa: -íCómo! Cuando la Virgen os quiera en el Paraíso, >>no querréis ir? -íSí, Padre, respondió ella, quiero ir al Paraíso, pero ahora temo (**Es14.558**))
<Anterior: 14. 557><Siguiente: 14. 559>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com