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((**Es14.543**) Me parece oportuno que tú solo o con el abogado Leonori, vayáis a visitar al cardenal Nina nuestro protector. Enséñale al mismo tiempo la súplica para el extra tempus. Si el Padre Santo desea que sostengamos las misiones que nos ha encomendado, es necesario que él, el Padre Santo, nos defienda especialmente en cosas que gozan todas las demás Congregaciones, para siempre. >>No podría permitirnos que, por esta vez, pudiéramos ir a parar al Concilio, a quien pertenece precisamente el asunto? Pedir el extra tempus para unas personas determinadas no remedia nuestra necesidad. Esto lo hice ya otras veces, pero me señalaron Obispos ordenantes de los que no pude valerme. Y, además, para cada uno y para cada ordenación, hay un estipendio. Escucha lo que diga el cardenal Nina, a quien llevarás mi propia súplica para que la lea. Si fuese del caso entablar un pleito con nuestro Arzobispo, es mejor juntar nuestras causas, que son muchas. Para tu norma, el Arzobispo acaba de hacer una reclamación que nos comunicó el Cardenal Secretario de Estado. Según ésta, somos inconciliables; no hemos aceptado ninguna propuesta suya 1. Don Joaquín Berto te enviará la gestión, o mejor, una copia de la respuesta dada a nuestro mencionado Cardenal. Siempre que se nos ponen trabas, yo respondo con la apertura de una casa. Ahora estoy a la espera de cuál va a ser. ((**It14.638**)) Si ves que tus compañeros de mesa corren peligro de resfriarse por el calor, mándamelos a Piamonte y ven tú tras ellos o bien remédialo de otra manera. Si fuera para alguna semana, creo que nuestro querido Sigismondi te dará de buena gana de comer. >>Cómo andas de dinero? El sudor me moja el papel y no puedo escribir más. Dios nos bendiga a todos y nos conserve en su santa gracia. Reza por mí, siempre en J. C. Turín, 21 de julio de 1880 Afmo. amigo JUAN BOSCO, Pbro. Gracias a la valiosa intervención del cardenal Nina, se obtuvo la dispensa de los dos extra tempus 2. Las cartas de don Bosco llegaron a Argentina en un mal momento para que el Arzobispo y el Gobierno pudieran ocuparse del asunto. Había amagos de guerra civil. Entre septiembre y octubre tenía que haber elecciones presidenciales, por haber cumplido su mandato el presidente Avellaneda. Dos candidatos se disputaban la suprema magistratura de la República, el general Roca, hijo de italianos, pero nacido en el país, y el jurisconsulto Tejedor. El primero tenía de su parte al Gobierno, al ejército y once provincias; el segundo contaba con la provincia de Buenos Aires, de la que era gobernador, otras dos 1 La propuesta de la casa en la parroquia del Sagrado Corazón. 2 Carta de don Francisco Dalmazzo a don Bosco, Roma, 11 de agosto de 1880. (Esta carta hace de posdata a otra suya del día 5, desde Teano). (**Es14.543**))
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