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((**Es14.472**) que se cierran colegios y se encarcela a maestros. Aquí en Italia no llega la malicia a sospechar de nosotros. Pero, en La Navarre y en Saint-Cyr, hemos heredado una sucesión peligrosa, pues, antes de nosotros, hubo casos horrendos. Al principio del año, escribiré una carta a los Directores, tocando los puntos principales para la guarda de la moralidad. Seamos exigentes especialmente en ordenar que todos hagan el ejercicio de la ((**It14.552**)) buena muerte, sacerdotes, clérigos y coadjutores y se vigile atentamente a todos y haya puntualidad en levantarse y en asistir a la meditación. En todo tiempo, pero especialmente ahora, para nosotros la moralidad es cuestión de vida o muerte. íAy de nosotros, si el público llegara a saber cosas infamantes de nosotros! Sacrifiquemos nuestra vida, pero defiéndase siempre y triunfe siempre la moralidad. Relacionado con la juventud, esperanza de la Congregación, don Bosco tuvo un sueño en la noche del ocho al nueve de agosto que contó el día 10 durante los ejercicios espirituales a los novicios. Existen dos versiones de este sueño; una de don Julio Barberis, hecha un poco de prisa, la otra es una traducción del francés, también defectuosa; aquel año había en San Benigno varios franceses. Nos serviremos de entrambas completando la primera con datos de la segunda. El sueño se podría titular: <>. Don Bosco se expresó más o menos en estos términos: <>Es posible que don Julio Barberis haya hecho este disparate? Pero >>dónde habrá podido encontrar tanto dinero? Vi en él a muchos jóvenes sentados a la mesa. Pero no comían. Cuando entré yo en el local acompañado de otro, tomaron el pan como para empezar a comer. El salón estaba elegantísimamente iluminado, pero con una luz que no dejaba ver de dónde procedía. Los cubiertos, las servilletas, los manteles eran tan blancos que los mas blancos de los nuestros en su comparación parecerían sucios. Cubiertos, vasos, botellas, platos, eran tan brillantes y hermosos que yo sospeché que estaba soñando y me dije: -íDebo de estar soñando! íNunca vi en San Benigno tanta riqueza! Con todo, estoy aquí y bien despierto. ((**It14.553**)) Entretanto observé a los jóvenes que estaban allí, sin comer. Entonces pregunté: ->>Pero qué hacen ahí que no comen? Y mientras yo decía esto todos se pusieron a comer. Al fijarme en los comensales reconocí a muchos jóvenes de nuestras casas y a (**Es14.472**))
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